Por: Adalberto Villasana*
Educación como arma
“La educación es el arma más
poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, apuntó el recién fallecido
Nelson Mandela. Por qué en México se deja de lado.
Esperamos una Reforma
Educativa que hable de planes, programas y métodos de estudio. De las
condiciones de las aulas y escuelas; de las herramientas y tecnología con que
cuenten alumnos y maestros, pero nos dan una que contempla listas de asistencia
y participación.
El aumentar un año de
escolaridad promedio en la población representa un incremento del 0.56 % en la
tasa de crecimiento; y aumentar un año de desviación en la prueba PISA aumenta
en crecimiento el país 2 % en los siguientes 40 años.
Recientemente Carmen
Lopéz-Portillo Romano, rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana
acusó que la balanza de bienes y servicios en ciencia y tecnología no es
alentadora para México.
“Importamos 30 dólares por cada
uno que exportamos. De acuerdo con el informe del Foro Económico Mundial de
Davos, la pobre calidad en el sistema educativo (lugar 107) la poca inversión,
la limitada capacidad de innovación (lugar 76) pueden poner en riesgo la
habilidad del país para competir internacionalmente en sectores con mayor valor
agregado”, señaló.
Pero también destacó los
indicadores del Global Gender Gap Index, donde de los 135 países considerados,
México se encuentra en el lugar 113 en cuanto a participación y oportunidades
económicas para las mujeres, por debajo de El Salvador, Honduras, Ecuador o
Etiopía.
En cuanto al acceso a la
educación el país se encuentra en el lugar 69 por debajo de Venezuela o
Colombia; en salud está en buen lugar, en participación política en el lugar
48. En términos generales México está ‘rankeado’ en el lugar 84; y de los 26
países de América Latina y el Caribe está en el vigésimo lugar. “Es evidente
que todavía nos falta mucho, muchísimo para revertir esta brecha y sin acceso a
una educación de calidad, será imposible”, sostuvo López-Portillo.
Textualmente hay que
decirlo: La palanca de desarrollo del país es la educación, no hay que darle
vueltas.
Sistema educativo mexicano
fallido
Difícil pensar que la
llamada “Reforma Educativa” saqué del bache la enseñanza pública en México,
toda vez que en ninguno de sus puntos se toca el cambiar la concepción, los
planes y programas de estudio, y menos la adecuación regional, toda vez que hay
lugares que por sus características geográficas y de carencias requieren más
apoyo.
Es de señalarse que ello es
resultado de que las administraciones federal y locales por décadas se han
limitado a administrar las crisis y no resuelven el problema de fondo, para lo
cual se requiere un replanteamiento del Sistema Educativo Nacional tratado
desde la nutrición de los alumnos, métodos, planes y programas de estudios.
Los resultados de la prueba
PISA de la OCDE, son la “crónica de un desastre anunciado”, toda vez que ya se
sabe lo que pasará, por la simple razón de que nada se hace por cambiar, y una
serie de reformas administrativas basadas en llevar estadísticas de quién
asisten, y quién participa, de nada sirve, cuando la pregunta es ¿cómo asiste?
¿en qué condiciones llega a la escuela? y ¿cómo participa?
México se ubica en el último
lugar de rendimiento escolar entre los países de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de acuerdo con la evaluación
trianual, levantada en el 2012.
Así sabemos que 8 de cada
diez estudiantes están reprobados, o sólo tienen conocimientos elementales en
matemáticas, cuando 57.7% se ubicaron en el nivel 0 y 1, que es “Reprobado”;
27.8% en el nivel 2, con resultados elementales; 13.1% en el nivel 3
“Adecuado”, y sólo 4.3% en nivel 4 “Alto”.
Por lo que respecta a
Ciencias, sólo el 0.1% de los estudiantes mexicanos cuenta con un nivel de
excelencia.
Textualmente hay que
decirlo: Se requiere una radiografía real del Sistema Educativo Mexicano y a
partir de ese punto empezar a trabajar, y no partir de situaciones irreales y
construir castillos en el aire.
*Adalberto Villasana, Jefe
de Información de LA PRENSA. Premio Nacional de Periodismo 2005, que otorga el
Club de Periodistas de México, en la categoría de Divulgación de la Educación,
Ciencia y Tecnología.
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