Difícil pensar que la llamada “Reforma Educativa” saqué
del bache la enseñanza pública en México, toda vez que en ninguno de sus puntos
se toca el cambiar la concepción, los planes y programas de estudio, y menos la
adecuación regional, toda vez que hay lugares que por sus características geográficas
y de carencias requieren más apoyo.
Es de señalarse que ello es resultado de que las
administraciones federal y locales por décadas se han limitado a administrar
las crisis y no resuelven el problema de fondo, para lo cual se requiere un
replanteamiento del Sistema Educativo Nacional tratado desde la nutrición de
los alumnos, métodos, planes y programas de estudios.
Los resultados de la prueba pisa, son la “crónica de un
desastre anunciado”, toda vez que ya se sabe lo que pasará, por la simple razón
de que nada se hace por cambiar, y una serie de reformas administrativas basadas
en llevar estadísticas de quién asisten, y quién participa, de nada sirve,
cuando la pregunta es ¿cómo asiste? ¿en qué condiciones llega a la escuela? Y ¿cómo
participa?
México se ubica en el último lugar de rendimiento escolar
entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE), de aceurdo con la evaluación trianual, levantada en el 2012.
Así sabemos que 8 de cada diez estudiantes están
reprobados, o sólo tienen conocimientos elementales en matemáticas, cuando
57.7% se ubicaron en el nivel 0 y 1, que es “Reprobado”; 27.8% en el nivel 2,
con resultados elementales; 13.1% en el nivel 3 “Adecuado”, y sólo 4.3% en
nivel 4 “Alto”.
Por lo que respecta a Ciencias, sólo el 0.1% de los
estudiantes mexicanos cuenta con un nivel de excelencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario