Por:
Adalberto Villasana*
Aplicar bien los recursos
En educación, como en
ciencia, tecnología e innovación es necesario modificar las estrategias de
asignación de recursos, toda vez que se gasta mucho en proyectos, informes,
encuestas, evaluaciones y otras cosas que se quedan en el cajón de una oficina.
Y es que mientras en las
oficinas administrativas hay dispendio de recursos en las aulas y laboratorios
se carece de lo elemental.
Sí bien es cierto que se
requiere una evaluación para conocer el problema, también es necesario destinar
recursos para resolverlos.
Ahora es necesario cambiar
la visión y la forma de hacer las cosas, porque a lo largo de los años se ha
desperdiciado una gran cantidad de recursos que no atienden lo que deberían.
En materia educativa el
discurso oficial, históricamente, está lejano de la realidad que se vive en las
escuelas. Maestros, alumnos y padres de familia no saben de qué país habla la
autoridad cuando se refiere a los planteles y la realidad que viven.
México no ingresará
plenamente al desarrollo de su sociedad, si no rompe el dramático rezago que
padece en el ámbito de la educación superior y de la investigación científica.
Y lo que parece claro para
el mundo académico, no lo ha sido en décadas para los sucesivos gobiernos del
país.
Textualmente hay que
decirlo: El apoyo económico a este eslabón de la cadena educativa debería estar
ligado a las funciones de formación del personal calificado que se insertará en
un sistema industrial con planes y prioridades de desarrollo definidos; sin
embargo, esto tampoco ocurre en México”.
Reto para la ciencia
mexicana
El Presupuesto de Egresos de
la Federación 2014 establece la asignación de 81 mil 810 millones de pesos para
el Programa de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI), que representa un
incremento de 12% en términos reales respecto a 2013.
Pero históricamente la
ciencia no ha logrado demostrar en México su utilidad en la sociedad, por lo
que ahora enfrenta el gran reto de hacer para la gente tangible su trabajo.
En el ámbito académico
existe un buen sistema científico con prestigio nacional e internacional, lo
cual es correcto y hay que impulsarlo más, pero la ciudadanía en las calles
quiere soluciones a los problemas.
Y es que contar con
tecnología propia es parte fundamental para el desarrollo del país, y así dejar
de depender de importarla a un costo elevado, como es el caso de la industria
petrolera, y hasta el momento no se sabe qué hace el Instituto Mexicano del
Petróleo (IMP), por ejemplo.
Y un tema importante es la
innovación que es otro gran problema, ya que todo el mundo habla de ello y en
realidad casi no hay nada es este rubro.
Hay gente que se dedica a la
innovación en el país pero no hay quien lo lleve al sector productivo.
Textualmente hay que
decirlo: Se requiere de la vinculación academia-investigación-industria para detonar
el desarrollo productivo del país.
*Adalberto
Villasana, Premio Nacional de Periodismo 2005, que otorga el Club de
Periodistas de México, en la categoría de Divulgación de la Educación, Ciencia
y Tecnología.
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