lunes, 23 de diciembre de 2013

TEXTUAL-es

Por: Adalberto Villasana*

Aplicar bien los recursos

En educación, como en ciencia, tecnología e innovación es necesario modificar las estrategias de asignación de recursos, toda vez que se gasta mucho en proyectos, informes, encuestas, evaluaciones y otras cosas que se quedan en el cajón de una oficina.
Y es que mientras en las oficinas administrativas hay dispendio de recursos en las aulas y laboratorios se carece de lo elemental.
Sí bien es cierto que se requiere una evaluación para conocer el problema, también es necesario destinar recursos para resolverlos.
Ahora es necesario cambiar la visión y la forma de hacer las cosas, porque a lo largo de los años se ha desperdiciado una gran cantidad de recursos que no atienden lo que deberían.
En materia educativa el discurso oficial, históricamente, está lejano de la realidad que se vive en las escuelas. Maestros, alumnos y padres de familia no saben de qué país habla la autoridad cuando se refiere a los planteles y la realidad que viven.
México no ingresará plenamente al desarrollo de su sociedad, si no rompe el dramático rezago que padece en el ámbito de la educación superior y de la investigación científica.
Y lo que parece claro para el mundo académico, no lo ha sido en décadas para los sucesivos gobiernos del país.
Textualmente hay que decirlo: El apoyo económico a este eslabón de la cadena educativa debería estar ligado a las funciones de formación del personal calificado que se insertará en un sistema industrial con planes y prioridades de desarrollo definidos; sin embargo, esto tampoco ocurre en México”.

Reto para la ciencia mexicana

El Presupuesto de Egresos de la Federación 2014 establece la asignación de 81 mil 810 millones de pesos para el Programa de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI), que representa un incremento de 12% en términos reales respecto a 2013.
Pero históricamente la ciencia no ha logrado demostrar en México su utilidad en la sociedad, por lo que ahora enfrenta el gran reto de hacer para la gente tangible su trabajo.
En el ámbito académico existe un buen sistema científico con prestigio nacional e internacional, lo cual es correcto y hay que impulsarlo más, pero la ciudadanía en las calles quiere soluciones a los problemas.
Y es que contar con tecnología propia es parte fundamental para el desarrollo del país, y así dejar de depender de importarla a un costo elevado, como es el caso de la industria petrolera, y hasta el momento no se sabe qué hace el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), por ejemplo.
Y un tema importante es la innovación que es otro gran problema, ya que todo el mundo habla de ello y en realidad casi no hay nada es este rubro.
Hay gente que se dedica a la innovación en el país pero no hay quien lo lleve al sector productivo.
Textualmente hay que decirlo: Se requiere de la vinculación academia-investigación-industria para detonar el desarrollo productivo del país.


*Adalberto Villasana, Premio Nacional de Periodismo 2005, que otorga el Club de Periodistas de México, en la categoría de Divulgación de la Educación, Ciencia y Tecnología.

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