lunes, 17 de febrero de 2014


Mientras ruede al balón hay que jugar

En el futbol, como en la vida, mientras ruede el balón hay que seguir en el juego. En la actualidad los jóvenes se enfrentan a la falta de oportunidades en educación y trabajo, pero es necesario que estén conscientes de que siempre hay otra oportunidad, y prepararse para aprovecharla.
Es muy probable que los jóvenes se desalienten por problemas académicos, y lo importante es que tengan claro que siempre tendrán una oportunidad, toda vez que no se puede dar por perdido el juego, cuando se recibe un gol en contra en los primeros minutos del encuentro.
Los jóvenes empiezan el juego de la vida y tienen todo el tiempo del mundo para prepararse mejor y enfrentar el día a día de una mejor manera. Lo importante es tener claro el objetivo y trabajar en la dirección adecuada.
Si una persona estudia una carrera que no está en su naturaleza, va a tener un pobre desarrollo profesional porque no tiene los incentivos para desempeñar con éxito su actividad profesional.
El país requiere de estudiantes que cumplan las asignaturas, carreras técnicas y profesiones que mejor le desarrollen sus capacidades.
La deserción escolar incide en baja competitividad y productividad laboral. Este es uno de los problemas educativos más agudos que enfrenta México porque el entorno académico carece de las herramientas necesarias para apoyarlos.
Hay que recordar que en la Encuesta Nacional de Deserción de Educación Media Superior hay una lenta disminución de la tasa de deserción escolar, la cual pasó de 18.8 por ciento en el ciclo 1990-1991, a 14.4 por ciento en 2011-2012.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) apunta que la deserción escolar obedece a múltiples factores, entre ellos la falta de una vocación escolar definida; como ésta es determinante, se pretende orientar a los estudiantes desde la secundaria.
Por ello es necesario identificar oportunamente el talento de los estudiantes de secundaria, a fin de enfocarlos en el ámbito escolar que mejor les convenga conforme a su vocación, como se planteó con anterioridad en este espacio .
Cada persona tiene capacidades y características diferentes; durante la formación educativa y su inserción en las actividades económicas, las personas se ven inducidas a tomar caminos que les pueden conducir a la deserción escolar o a desempeñar actividades que no concuerdan con sus aptitudes y sus habilidades; el resultado son altos índices de deserción escolar y una baja competitividad o productividad laboral.
La falta de inspiración o de motivación en el trabajo es causada, entre otras cosas, por no detectar a tiempo las habilidades, las aptitudes y los talentos durante la educación secundaria; si no se identifican oportunamente esas características en los individuos, no se les podrá canalizar hacia la preferencia escolar y laboral adecuada.
Textualmente hay que decirlo: Los jóvenes con su energía tienen todo para sobreponerse a las adversidades y salir adelante.

Adalberto Villasana: Premio Nacional de Periodismo 2005, otorgado por  el Club de Periodistas de México, en la categoría de Divulgación de la Educación, Ciencia y Tecnología.

Twitter: @Villasana10

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