viernes, 7 de agosto de 2015

A sus 73 años de edad Berta Hernández, ejemplo de esfuerzo, tenacidad y valentía


Dicen que querer es poder, palabras que aplican íntegra y absolutamente en Berta Hernández Bernal, quien a sus 73 años de edad no solamente concluyó su segunda licenciatura, sino que ahora va por más al inscribirse a una Maestría en la Universidad del Valle de México.
Berta Hernández sin duda es un ejemplo para muchos mexicanos de lo que es tener valentía y ser tenaz en la vida, porque nada ni nadie la ha detenido, ahí están sus dos licenciaturas terminadas en la UVM Campus Hispano, Derecho en el 2011 y Psicología en noviembre de 2014; por si fuera poco, pronto regresara a las aulas a estudiar una Maestría en derecho.
Al principio Berta estudió enfermería en el Instituto Marillac incorporado éste a la UNAM; trabajó en las Clínicas 61, 27 y en el Hospital  de Ortopedia, todos del Instituto Mexicano del Seguro Social; “trabajé en los tres turnos, mañana, tarde y noche, hace 18 años me jubilé”, comentó la licenciada por el Campus Hispano de UVM.
A Berta la vida le presentó retos muy diversos e interesantes, por distintas situaciones estudió la carrera de Derecho en la UVM, “para defenderme legalmente, para conocer las garantías de que gozamos las mujeres mexicanas. Y Psicología para conocer y entender la conducta humana”, señaló.
Los estudios en Derecho (promedio 9.69) y Psicología (promedio 9.33) le permiten a Berta Hernández apoyar a las amistades en su colonia, a personas de escasos  recursos, además adopta a perros, gatos que se encuentra en la calle o bien, que la gente rechaza cuando ya no los quieren, “en todo esto invierto mi tiempo, por eso casi siempre estoy corriendo”, indica la egresada de UVM Hispano.
Berta, quien se dispone a estudiar aún más para convertirse en maestra, conversa con mujeres de su colonia, las motiva para que mejoren su vida, para fortalecer su autoestima, se den cuenta de sus capacidades, pues según dice, piensan que por ser adultas ya no tienen derecho a estudiar.
“Todo lo que hago me da mucha satisfacción, porque le estoy regresando a la vida algo  de lo mucho que me ha dado. Puedo mencionar las palabras de Teresa de Calcuta: El que no  vive para servir, no sirve para vivir”. “Puedo decir que sentirme útil me motiva para seguir  viviendo”, afirmó.
“Ojalá que mi entusiasmo sirva para los jóvenes, para la gente adulta como yo, que sepan que no hay límites para estudiar, los límites los pone el ser humano cuando dice: “yo no estudio porque ya no es tiempo y además ya no puedo”, concluyó.

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