lunes, 25 de noviembre de 2013

TEXTUAL-es

Por: Adalberto Villasana*

A la caza de jóvenes

Millones de jóvenes están al margen de las oportunidades, hay rezagos y desigualdades lamentables, resultado de años de abandono que los afectan e incrementan un grave problema de no fácil solución. El país está en deuda con ellos. Ese es el reconocimiento oficial a una situación que se padece.
Así lo expresó el director general del Instituto Mexicano de la Juventud, José Manuel Romero Coello, en el marco de la ceremonia de entrega del Premio Nacional de la Juventud 2013, donde habló de la realizar una encuesta para saber qué necesitan los jóvenes.
En este espacio hemos dicho varias veces de la necesidad de escuchar a los jóvenes, pero de manera seria, sin matices y enfrentar la realidad, porque de nada servirá una consulta sí sólo se busca avalar políticas públicas redactadas en un escritorio.
Ante la falta de oportunidades que tienen los jóvenes el crimen organizado emprendió un reclutamiento, con falsas promesas. En su desesperación hay quienes viven con la lógica de “es mejor vivir un día como reyes, que una vida de bueyes”.
Según los resultados de la Primera Encuesta Nacional Universitaria sobre la Violencia, las Drogas y el Delito 2013, para los estudiantes la universidad representa seguridad, pero su entorno empieza a ser minado por la delincuencia.
El presidente de la Federación de Universidades e Instituciones Particulares de Educación Superior (FUIPES), Arturo Mattiello Canales, tiene reportes sobre la presencia de integrantes del Cártel del Golfo en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, según dijo.
El también director de la Asociación Nacional de Consejos de Participación Cívica, apuntó que la red de más de 500 escuelas agrupadas en la Federación, detecto que personas vinculadas con ese grupo delictivo acuden a platicar con los alumnos.
Textualmente hay que decirlo: Se deben encender los focos rojos para todas las instituciones cuando pasa esto. Los jóvenes están expuestos a la inseguridad, las drogas y a las garras de maleantes que los utilizarán como carne de cañón.

Se requiere estrategia clara

México tiene todo lo necesario para ser un país de paz, incluyente; con educación de calidad, próspero y con responsabilidad global. La pregunta es ¿por qué no se ha hecho?
El Estado mexicano debe una respuesta clara en el discurso y la acción, para llevar a buen puerto el bono demográfico que representan 38 millones de mexicanos menores de 30 años de edad, que requieren educación de calidad, oportunidades reales de desarrollo, y salarios justos, o bien una economía sólida para los emprendedores que trabajan por su cuenta.
Se dice que el Gobierno de la República está orientado y trabaja para generar la condición, el entorno económico y social, que permita que la juventud de hoy pueda tener un futuro de éxito y promisorio.
Con casi 38 millones de jóvenes menores de 30 años en todo el país, plurales, heterogéneos y ávidos de oportunidades es imperativo atenderlos. Son jóvenes inmersos en un mundo globalizado, que exigen una mayor y mejor preparación. Y el Estado debe brindarles la oportunidad de tener acceso a adquirir las herramientas que les permitan su crecimiento y desarrollo.
En el discurso oficial se reconoce que hay rezagos y desigualdades lamentables, resultado de años de abandono que afectan a los jóvenes; ahora estamos ante la deserción escolar, falta de atención a la salud, falta de empleos de calidad bien remunerados, sólo por mencionar sólo algunos.
Ahora se pretende una Consulta Nacional Juvenil como un ejercicio democrático que tiene por objetivo preguntar a todos los jóvenes lo que necesitan para cumplir sus sueños, para alcanzar sus anhelos, para escuchar sus propuestas, y para saber cómo construimos juntos sus oportunidades.
En este espacio señalamos que la mejor forma de realizar una política juvenil transversal, es precisamente, incorporando sus voces en este proceso.
México cuenta con el bono demográfico más grande de su historia, pero como todo tiene un plazo perentorio, de no aprovecharlo, de no gestionarlo con eficacia y prontitud, estaremos dejando al país indefenso, sin desarrollo y condenando a millones de jóvenes a no tener un futuro prometedor.
Textualmente hay que decirlo: Sí el Estado da a los jóvenes las oportunidades de educación de calidad y desarrollo profesional, éstos construirán un México mejor.

*Adalberto Villasana, Jefe de Información de LA PRENSA

Premio Nacional de Periodismo 2005, que otorga el Club de Periodistas de México, en la categoría de Divulgación de la Educación, Ciencia y Tecnología. 

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