sábado, 11 de junio de 2016

TEXTUALes


Realidad dolorosa

En México, la tasa de ocupación de la población de 5 a 17 años en 2013, fue de 8.6%, correspondiente a 2.5 millones de niñas, niños y adolescentes que realizan alguna actividad económica. El trabajo infantil es una de las realidades más dolorosas que enfrentamos como nación.
Qué hicimos o qué dejamos de hacer como sociedad para que nuestros niños estén en esa situación y disfruten de esa maravillosa etapa de la vida.
“Es una época valiosa en la que los niños y las niñas deben vivir sin miedo, seguros frente a la violencia, protegidos contra los malos tratos y la explotación. Como tal, la infancia significa mucho más que el tiempo que transcurre entre el nacimiento y la edad adulta. Se refiere al estado y la condición de la vida de un niño, a la calidad de esos años”, apunta informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Y revela que la tasa de inasistencia escolar de las niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años es de 7.2 por cada 100; entre los ocupados, esta tasa aumenta a 36 de cada 100.
Se trata de una de las realidades más lacerantes que se da lo mismo en la zona urbana como rural. Vemos en las calles, muchas veces con pies descalzos a los pequeños ir y venir en medio de los automóviles, mientras que en provincia los campamentos agrícolas se ven plagados de  menores jornaleros, en condiciones muy cercanas a la esclavitud, en pleno siglo XXI.
Al llegar al Día Mundial contra el Trabajo Infantil (12 junio) es momento de hacer un alto en el camino y reflexionar para emprender acciones reales y decididas en todos los ámbitos sociales.
Se estima que en el año 2012 a nivel mundial, 168 millones de niños de 5 a 17 años se encontraban en situación de trabajo infantil, cifra que representó 11% del total de la población para este grupo de edad. Sin bien no es un problema privativo de México, es necesario que este país se una para brindar las mejores condiciones de vida a las futuras generaciones y darles la oportunidad de disfrutar una infancia de alegría y formación.
El principal sector de actividad en el que está inmersa la población de 5 a 17 años que trabaja es el agropecuario (30.5%), seguido del comercio y servicios (25.9 y 24.6%, respectivamente).
La situación se vuelve más cruda al saber que cinco de cada 10 (45.9%) niñas, niños y adolescentes ocupados, no recibe un ingreso; y  29.3% trabaja hasta más de 35 horas a la semana.
La Convención sobre los Derechos del Niño en su Artículo 32, obliga a los Estados Miembros a proteger a las niñas y niños de ser víctimas de explotación económica y de desempeñar cualquier trabajo que pueda ocasionarles daño, entorpecer su educación, o que sea perjudicial para su salud o su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social; por tanto, precisa fijar edades mínimas para trabajar; reglamentar horarios y condiciones de trabajo; así como establecer sanciones al incumplimiento de dichas reglas.
La legislación nacional en materia laboral establece en la fracción III del Apartado A del Artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: “Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de quince años. Los mayores de esta edad y menores de dieciséis tendrán como jornada máxima la de seis horas”.
Textualmente hay que decirlo: Es necesario erradicar el trabajo infantil, para lo cual hay que emprender acciones como sociedad y darles oportunidades de una etapa plena a las nuevas generaciones.


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