sábado, 28 de noviembre de 2015

Primera Mesa Redonda de Tenochtitlan




Con la instauración de la Primera Mesa Redonda de Tenochtitlan, que se efectuará la semana entrante en la sede de El Colegio Nacional, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) continúa con la tradición de establecer encuentros del más alto nivel dedicados a las civilizaciones mesoamericanas, en este caso a la mexica, la más poderosa en esta parte de América a la llegada de los españoles.
La primera edición de las mesas redondas de Tenochtitlan —encuentro que será trienal— abarcará los aspectos más novedosos surgidos de las excavaciones realizadas por el Proyecto Templo Mayor (PTM) y el Programa de Arqueología Urbana (PAU) en los últimos años y que se han enfocado en el propio Templo Mayor, el Cuauhxicalco, el Calmécac, el Templo de Ehécatl, el Juego de Pelota y el Huey Tzompantli.
El encuentro tendrá lugar en el Aula Mayor del recinto ubicado en Donceles 104, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, y comenzará el lunes 30 de noviembre con una remembranza sobre la fundación del PTM por parte del maestro Eduardo Matos Moctezuma, precursor de este equipo de investigación que ha generado medio millar de publicaciones a lo largo de casi 38 años.
El doctor Leonardo López Luján, quien ha sucedido a Eduardo Matos en esta empresa, dirigiendo las cinco últimas temporadas del Proyecto Templo Mayor, comentó que este proyecto de investigación se coordina y complementa con el PAU, dedicado a rescates y salvamentos en predios del primer cuadro de la ciudad.
“El éxito de ambos equipos no radica en el ejercicio de grandes presupuestos, sino en la continuidad de los trabajos arqueológicos durante décadas y en la gran oportunidad de laborar de manera ininterrumpida a lo largo de todo el año en su área de estudio: el Centro Histórico, donde subyacen los restos de la antigua capital mexica.
“Generaciones sucesivas de especialistas han sumado sus esfuerzos, añadiendo paulatinamente ‘piezas’ a un gigantesco ‘rompecabezas arqueológico’, el cual somos conscientes que nunca se logrará completar”.
Con las mesas redondas de Tenochtitlan, el Museo del Templo Mayor (sede de estos equipos de expertos) “será un polo internacional respecto a la investigación, el intercambio académico entre especialistas y la difusión de los resultados de estudios referentes a la sociedad mexica y a sus contemporáneos”.
Al igual que las mesas redondas de Palenque, Monte Albán y Teotihuacan, que pese a llevar el nombre de grandes capitales prehispánicas están dedicadas a áreas culturales enteras, el objetivo del presente encuentro de Tenochtitlan es traspasar los límites de esta isla que abarcaba 13.5 km2 y fue habitada por 200 mil habitantes en su época de máximo esplendor (1486-1520, periodo en que gobernaron Ahuízotl y Moctezuma Xocoyotzin), alojando en su territorio dos ciudades hermanas: México-Tenochtitlan y México-Tlatelolco.
“Tenochtitlan era una ciudad cosmopolita, pluriétnica y multicultural”, refieren Leonardo López Luján y la maestra Ximena Chávez Balderas, integrante también del PTM y coorganizadora de esta reunión, al igual que el arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, supervisor del PAU.
“Esta capital insular dejaba sentir su poderío dentro de los límites de su vasto imperio y más allá, influyendo en la vida de sus aliados, sus súbditos y sus enemigos”. A pesar de haber dominado un territorio que iba de la frontera tarasca a los actuales límites con Guatemala y de océano a océano, “los mexicas nunca lograron subyugar a los tlaxcaltecas ni a los huexotzincas, ni a la gente de Yopico ni del Estado tarasco”.
Además, con el reciente hallazgo por parte del PAU del Huey Tzompantli, “se dispondrá de abundante material osteológico que ayudará a responder cuestiones relacionadas con el sacrificio humano”, explicó Ximena Chávez, especialista en bioarqueología.
Nuevas tecnologías, metodologías y teoría son los factores que permiten abordar problemáticas en las que hace 20 o 30 años hubiera sido imposible profundizar, expresó el director del PTM.
Ximena Chávez brinda dos ejemplos: “Los trabajos de la bióloga Belem Zúñiga sobre los materiales malacológicos permiten vislumbrar una correlación entre la expansión del imperio en la época de Ahuítzotl y la llegada a Tenochtitlan de nuevas especies de conchas y caracoles. Esto significa que en esta etapa de esplendor es notorio el incremento de animales provenientes del océano Pacífico.
“En cuanto a técnicas novedosas, los análisis de isótopos radiogénicos estables de estroncio realizados por el arqueólogo Alan Barrera para conocer el origen de las víctimas sacrificiales nos ha permitido saber que no era gente local, sino extranjeros, que es otra forma de corroborar esta relación con las provincias y la expansión mexica”.
Las actividades inician este lunes 30 de noviembre y concluirán el 4 de diciembre. Las 38 ponencias que componen la Primera Mesa Redonda de Tenochtitlan se desarrollarán a lo largo de cinco días, en el Aula Mayor de El Colegio Nacional (Donceles 104, Centro Histórico). La entrada es libre. Habrá transmisión en vivo vía internet a través del portal: colnal.mx, de El Colegio Nacional.

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