sábado, 17 de octubre de 2015

#TEXTUALes


Educación y solución
La educación es lo único que le dejamos a los hijos dirían las abuelas, pero con el tiempo se perdió desafortunadamente esa tradición, y para empezar, de los que están en la escuela, no todos tienen la oportunidad de recibir una de calidad. En el caso de las niñas son doblemente marginadas, porque no todas tienen la oportunidad de ir la enseñanza escolar.
En contra de lo que quizás creían nuestros ancestros, la educación de las mujeres es una parte vital para el desarrollo de una sociedad, toda vez que al ser la primera educadora de sus hijos y la que en muchos de los casos hace la tarea con ellos, el que goce de una instrucción adecuada facilitará el proceso y llevará a las nuevas generaciones a un éxito académico, salud adecuada y un mejor nivel de vida social.
Es decir: si todas las adolescentes en el mundo recibieran educación secundaria, se reduciría en un 49% la mortalidad infantil registrada en países de bajo y medio ingreso, como lo aseguró el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en el marco del Día Internacional de la Niña.
Y es que México, el Censo de 2010 indicaba que casi dos millones de adolescentes de entre 12 y 18 años no estudiaban ni trabajaban; es de resalar que las mujeres representaban el 64% de ese rango de población.
El organismo internacional apuntó que a pesar del progreso registrado en materia de educación, salud y protección contra la violencia hacia niñas, niños y adolescentes a lo largo de los últimos años, las adolescentes de entre 10 y 19 años no están recibiendo la atención necesaria en la agenda global para el desarrollo.
Las mujeres viven discriminación por género, condiciones todas que tienen consecuencias negativas en ellas de por vida. En México, según datos de ENSANUT, en 2012, 624,500 adolescentes entre 10 y 19 años tuvieron un intento de suicidio, de los cuales 525,500 fueron de mujeres adolescentes, lo que indica una proporción alarmante de 6 a 1.
Un informe de la UNESCO reveló que en 2012, el 17% de las mujeres se casaron con edades comprendidas entre los 15 y los 19 años de edad en todo el mundo. En México, según datos de ENADID 2014, 15 de cada 100 mujeres entre 15 y 19 años se encuentran unidas (casadas o unión libre). Por su parte, un análisis de UNICEF de 2014, señala que cerca de 84 millones de adolescentes en unión formal en el mundo, han experimentado alguna forma de violencia por parte de sus parejas y, que de no reducirse la práctica de matrimonio infantil forzado, el número de niñas bajo estas condiciones crecerá de 15 millones, a 16.5 millones para el 2030.
Resultados del Sistema Nacional de Información de la Secretaría de Salud, en 2013 se registraron 191, 648 nacimientos en mujeres de 12 a 17 años. De este total, el 19.7% es menor de 15 años.
Textualmente hay que decirlo: Hijos de madres más educadas tienen mayores posibilidades de recibir vacunas, visitar médicos si enferman, y beneficiarse en general de otras prácticas de beneficio común relacionadas como son la enseñanza básica y más allá. Todo ello repercute en desarrollo social, por lo que se requieren políticas públicas tendientes a apoyarlas.

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