domingo, 18 de octubre de 2015

Detección temprana para combatir cáncer de mama


A nivel mundial el cáncer de mama es, después del de pulmón, la segunda neoplasia maligna más frecuente; sin embargo, en mortalidad ocupa el quinto lugar, pues muchas pacientes se curan, refirió Juan Zínser Sierra, coordinador del Comité de Oncología en la Unidad de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
En México el de mama, junto con el cervicouterino, representan las principales causas de fallecimiento por cáncer en mujeres; no obstante, la detección temprana y mantener hábitos saludables de vida son factores fundamentales para la prevención.
A propósito del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que se conmemora este 19 de octubre, el universitario apuntó que se trata de un padecimiento importante y se habla de éste como si se tratara de una epidemia. “Sí, es frecuente, pero si se detecta a tiempo existe la posibilidad de brindar opciones terapéuticas y lograr una cura en 50 por ciento de las pacientes”.
Uno de los factores principales para desarrollar cualquier tipo de cáncer es la edad; en el caso del de mama, el riesgo aumenta a partir de los 50 años y se puede decir que es un tumor raro antes de los 30. “La mastografía es el método más útil para la detección temprana y en general se recomienda a partir de los 45 o 50 años”, dijo.
En población de alto riesgo, como mujeres con antecedentes familiares de primer grado, puede realizarse antes de los 40; en muchos casos ese estudio se complementa con ultrasonido y resonancia magnética.
El grupo de alto riesgo incluye, además, a las portadoras de mutaciones en los genes BRCA 1 y BRCA 2, que confieren un riesgo a los 50 años de edad hasta del 70 por ciento, en contraste con el dos por ciento de la población general.
A pesar de su utilidad, la mastografía de tamizaje ha sido motivo de controversia en los últimos años, básicamente porque hay mujeres que han sido diagnosticadas al palparles un nódulo; aun así, sobre todo si éste es pequeño, tienen buenas posibilidades de curación.
Por otro lado, existe un pequeño porcentaje que a pesar de haber sido diagnosticado a partir de un hallazgo mastográfico, no logran la curación. “El problema es que no hay forma de identificar de antemano a que grupo corresponde cada mujer”, advirtió Zínzer Sierra.
Diagnosticar un carcinoma en etapas tempranas brinda la posibilidad de mayor supervivencia; por ello, la recomendación es hacerse mastografías y autoexplorarse. Además, “debe tenerse presente que si se nota un nódulo semanas o meses después de la última revisión, se debe regresar al médico y no esperar a la siguiente cita programada, pues en algunos casos un tumor de crecimiento rápido puede hacerse palpable durante el intervalo entre las mastografías”.
Un punto que debe enfatizarse, recomendó el especialista, es que las posibilidades de curación no se limitan a quienes fueron diagnosticadas a partir de una mastografía. Hay casos que alcanzaron la curación incluso con tumores grandes, “es cuando consideramos que aunque el diagnóstico no fue temprano, sí fue oportuno”.

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