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En educación cambiamos para no cambiar

El Sistema Educativo Nacional, evaluado desde hace ya 15 años por organismos nacionales e internacionales no da signos de avance y por el contrario, desde hoy se puede decir que los resultados del 2018 serán similares a los del 2015.

Hoy regresan a clases más de 25 millones de alumnos de enseñanza básica, con la promesa habrá algo mejor, pero mientras no se trabaje en el magisterio los resultados serán los mismos, además no es un tema de castigos y estímulos para los docentes, sino de brindarles las herramientas adecuadas y actualizarlos constantemente.

Tenemos un mundo muy distinto al de hace diez, veinte y treinta años, pero no hay una mejor educación, por el contrario, cuántas veces no escuchamos que hace años se aprendía más.

Los políticos no son la solución para la educación en México, menos para la pública, la cual desconocen y no se les ve interés en que la situación mejore. Cambian para no cambiar una realidad que duele a la población y dificulta el desarrollo de la nación.

Así vemos que al término de sus estudios, 5 de cada 10 estudiantes de primaria y 3 de cada 10 estudiantes de secundaria cuentan con los aprendizajes clave de Lenguaje y Comunicación, pero todos tienen sus certificados,

Para esos alumnos deberían existir cursos remediales, que desde el inicio de su instrucción básica tuvieran el apoyo que les permitiera emparejarse con los más avanzados. Pero se administra la crisis, se trabaja para los números, pero no para la calidad.

Vemos en el otro extremo de la evaluación que 17 de cada 100 estudiantes (en primaria) y 24 de cada 100 (en secundaria), alcanzan los aprendizajes clave de manera satisfactoria o sobresaliente. Son sólo dos de cada cien.

Esos dos, seguramente compartieron el aula y tuvieron los mismos profesores que no lograron los niveles elementales. El problema es complejo. De manera tal que enfocar sus baterías contra los docentes y trabajadores de la educación en general, al culparlos de los resultados, no es lo más adecuado.

En lo que corresponde al área de Matemáticas, el panorama es aún más desalentador.

Los resultados de la Prueba PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes) en su aplicación del 2015, confirma que el 55% de los alumnos mexicanos no alcanza el nivel de competencia básico en matemáticas, lo mismo ocurre con el 41% en lectura y el 47% en ciencias. Dentro de la OCDE el resto de las naciones avanza.

Textualmente hay que decirlo: Llegó el momento de evaluar a los servidores públicos, es momento de que con hechos demuestren que tienen el perfil para ocupar el cargo. A la educación en México le hace falta estar dirigida por un educador. Seguramente veremos acciones diferentes a las que ahora tenemos. Es el momento del cambio real.

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