lunes, 20 de octubre de 2014


Matan sueños

La desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, es el detonador de un problema que escalaría a grandes proporciones de no atenderse adecuadamente, por lo que se deben hacer a un lado los cálculos políticos y dar resultados. Más aún cuando la inseguridad es una de las principales preocupaciones de los jóvenes en México.
Es de resaltarse que el asesinato ocupa el primero lugar en las estadísticas de defunción de jóvenes.
Y es que la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2013 (ENVIPE 2013) ya advertía que los temas que preocupan más a la población joven son la inseguridad y el desempleo (56.6 y 49.2%, respectivamente).
Cuando se creía que el país avanzaba a escenarios de tranquilidad lo ocurrido en Iguala abrió el telón y nos dejó ver la inseguridad que se padece, en la cual los jóvenes son uno de los sectores de la población más vulnerables y presa fácil del crimen organizado.
De acuerdo con las Estadísticas de Defunciones, en 2012 fallecieron 36,956 jóvenes, lo que en términos porcentuales representa 6.1% de las defunciones totales.
La sobremortalidad masculina es una característica de las defunciones en este segmento de la población. A nivel nacional fallecen 323 hombres por cada 100 mujeres de 15 a 29 años de edad.  Las desigualdades observadas en los niveles de la mortalidad entre hombres y mujeres reflejan diferencias en los riesgos a los cuales se exponen, las tres principales causas de muerte en los varones son provocadas por agresiones (32.2%), accidentes de transporte (17.1%) y por lesiones autoinfligidas (6.6%), todas ellas catalogadas como violentas y que en conjunto representan 55.9% de las defunciones totales de este grupo de población.
En la población femenina se mantiene una estructura similar a la de los varones, fallecen principalmente por agresiones (11.9%), accidentes de transporte (11.4%) y lesiones autoinfligidas (5.8%).
Así, el fantasma de la muerte ronda a la población juvenil de México, por lo que la inseguridad que se sufre en el país es una de sus principales preocupaciones.
La ENVIPE 2013 señala que el tema que más preocupa a los jóvenes (18 a 29 años) es la inseguridad (56.6%), por encima de temas emergentes como el desempleo (49.2%), pobreza (31.4%), educación (30%), corrupción (28.6%), salud (28.2%), aumento de precios (28.1%), entre otros.
En México, según datos de la referida encuesta 31.2% de los jóvenes fueron víctimas de un delito en 2012; 54.5% de éstos eran hombres y 45.5% mujeres.
Textualmente hay que decirlo: “El hecho de estar vivo es la oportunidad más básica que puede disfrutar un ser humano; la integridad personal es condición necesaria de su libertad y dignidad”, apuntan organismos internacionales citados por el INEGI. Sin embargo la inseguridad ciudadana constituye un obstáculo para el desarrollo humano, y en este caso al matar los sueños de jóvenes lesiona a la nación entera, toda vez que en ellos están las esperanzas de desarrollo del país. Pero el Estado Mexicano falla al no brindar las garantías básicas de seguridad y bienestar a la población.
* Adalberto Villasana, Premio Nacional de Periodismo 2005, que otorga el Club de Periodistas de México, en la categoría de Divulgación de la Educación, Ciencia y Tecnología.

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