lunes, 23 de abril de 2018

TEXTUAL-es / Olor a muerte en México

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Olor a muerte

A los mexicanos la muerte nos pela los dientes, decía el viejo refrán popular, sin embargo, ahora el territorio nacional se tiñe de rojo y cohabitamos con la huesuda en un territorio en el que ya pocos se sienten seguros.
El tema no es menor hay que recordar que inició este año con récord de homicidios para enero: más de 2,500 personas asesinadas. Y más de un tercio de la población cree que la situación va a empeorar en los próximos meses.
Ya no sólo es cuestión de percepción, cada vez un mayor número de la población ya padeció un hecho ilícito, o un familiar o amigo cercano lo sufrió.
Además, la ciudadanía no cree en las instituciones de seguridad, porque de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) de marzo pasado, sólo el 47.2 % de las personas mayores de 18 años de edad considera que la Policía Estatal hace su trabajo, mientras que en el caso de la Policía Preventiva Municipal, la percepción cae al 38.8%.
El 36.3% de la población mencionó que la situación empeorará en los próximos 12 meses, lo cual representa un cambio de 2.5 puntos porcentuales respecto a marzo de 2017.
Y el 81.3% de la población siente inseguridad en los cajeros automáticos localizados en la vía pública, 74.3% en el transporte público, 68.7% en las calles que habitualmente usa y 68.1% en el banco; el 76.8% de la población considera que vivir en su ciudad es inseguro.
Las ciudades con mayor sensación de inseguridad fueron la región oriente de la Ciudad de México, Coatzacoalcos, Fresnillo, región Norte de la Ciudad de México, Chilpancingo de los Bravo y Cancún.
Este porcentaje no representa un cambio significativo1 respecto a diciembre de 2017, pero sí es estadísticamente mayor al registrado en marzo de 2017. La percepción de inseguridad siguió siendo mayor en el caso de las mujeres con 81.0%, mientras que para los hombres fue de 71.8 por ciento.
Textualmente hay que decirlo: hay un desencanto y molestia por parte de la población, el Estado falló en uno de sus objetivos fundamentales, la seguridad. Impunidad y corrupción en las instituciones de procuración y administración de justicia, así como policías coludidas con el crimen son los elementos de esta ecuación de sangre y terror en año electoral.
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