sábado, 12 de diciembre de 2015

Ofrece la UNAM en Chicago cursos de capacitación para migrantes mexicanos


Como una forma de contribuir a que el migrante mexicano mejore su calidad de vida, su proceso de incorporación y adaptación en Estados Unidos, la UNAM Chicago ofrece cursos de capacitación laboral en computación, técnicas de cocina, de bar, para meseros, inglés para restauranteros y el curso y examen de salubridad para gerencia de servicios alimenticios de Illinois.
Es la primera vez que esta casa de estudios brinda esas actividades académicas con la finalidad de promover la educación en este sector y hasta ahora hemos logrado resultados satisfactorios, destacó Arturo Castro, responsable de Vinculación y Difusión Cultural de esa entidad.
Al llegar a esta sede el director y yo platicamos de la necesidad de formalizar los oficios que la mayoría de los migrantes mexicanos desempeña en Chicago (en la industria hotelera, la manufactura y mantenimiento de pastos); entonces decidimos atender esa área y ofrecer cursos para mejorar sus habilidades en la materia, comentó.
Fue así que se diseñaron programas enfocados a esas industrias, para que quienes se ocupan en el área aprendan más habilidades orientadas a los servicios que ofrecen; es decir, “les enseñamos a ser bartender, un mejor mesero o a desarrollar sus habilidades en computación”, ejemplificó.
Con el de bartender pueden tener mejores ingresos, y si quienes lo toman son meseros o garroteros pueden aspirar a un mejor puesto. “Es un curso formal de 30 horas y el manual de capacitación se basa en la estructura de los manuales en hoteles de servicio de lujo”.
Un componente adicional es la psicología de la venta. “Los orientamos para que ofrezcan, en inglés, los productos más caros del menú y así obtener mayores ganancias”.
La forma de dirigirse a un cliente en un establecimiento de lujo es diferente que la empleada en otros sitios. “En nuestro curso el servicio de vinos está enfocado a restaurantes de mantel blanco; no obstante, quien ya lo tomó puede ajustarlo”, señaló Arturo Castro.
El inglés que aprenden aquí y la forma de dar el servicio los distingue de otros bartender y eso también lo notan los clientes, remarcó. El curso va acompañado de una licencia de servidor responsable de alcohol que, por ley, exige el estado de Illinois a quienes sirven y venden bebidas alcohólicas.
También, abundó, se brinda un curso de certificación sanitaria, reconocido por Illinois, donde por ley (al igual que en otros estados), siempre que se manipulen alimentos en un establecimiento debe haber presente un empleado o gerente acreditado en este programa. “La constancia mejora su situación laboral, les permite contratarse con mayor facilidad o en mejores condiciones”.
Otra actividad que realizan en la UNAM Chicago es mejorar las competencias de los padres latinos para que brinden mejor apoyo académico y socioemocional a sus hijos en EU. Hace unos años se emitió el decreto “ningún niño se debe quedar atrás”, y bajo este precepto se destinan fondos federales a las escuelas públicas para que inviertan en cursos de preparación académica o social para los padres o tutores, explicó.
Ante esta oportunidad, señaló, la Universidad Nacional creó un menú de oferta de este tipo de talleres, por medio del Sistema de Escuelas Públicas de Chicago. “Les enseñamos a fomentar la inteligencia emocional en sus hijos, a escucharlos mejor, a navegar en Internet con seguridad, apoyarlos a hacer la tarea en la computadora y les mostramos la importancia de la música como vehículo de identidad para alumnos latinos”.
Los cursos de computación van desde el nivel básico hasta el uso seguro de Internet y paquetería de Microsoft Office, apuntó. Además, el de técnicas de cocina es una oportunidad importante para quienes desean satisfacer las demandas de los puestos más altos dentro de las cocinas profesionales.
En tanto, el programa de inglés para restauranteros se enfoca en la reducción del acento, vocabulario de trabajo, técnicas de servicio, lenguaje apropiado para las fases del servicio, interacciones entre el mesero y la gerencia, así como trabajo en equipo.
Hace cuatro años, cuando empezaron a dar estos cursos, lo hacían con un promedio de ocho a 15 alumnos por clase, ahora cuentan hasta con 27.
“Es gratificante saber que contribuyo a mejorar su vida para que se adapten mejor a su entorno y formalicen las actividades laborales que realizan. La intención de la UNAM es adecuarse a las necesidades que tienen, a su estilo de vida, con los horarios más convenientes y a un costo que puedan pagar”, finalizó el universitario.

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