miércoles, 11 de marzo de 2015

TEXTUAL-es


Perdimos bono
A las cosas hay que llamarlas por su nombre, decían las abuelas, y con base en esa filosofía, hay que señalar que a la clase política en el poder, sin importar el color o partido, jamás le interesó el fortalecer la educación media superior y superior pública. Mucho se habló de aprovechar el bono demográfico de juventud que se le presentó a México, y se dejó pasar.
Por ejemplo, en la zona metropolitana de la ciudad de México mucho se habla de que todos los egresados del nivel básico tienen asegurado un lugar en el medio superior, pero se evade hablar de la calidad, y hay que decirlo con claridad, para los más de 120 mil jóvenes que no ingresarán al bachillerato de la UNAM, no son opción las otras alternativas.
La falta de instituciones de calidad como la UNAM y el IPN en este nivel se sabía desde los años 80, pero no se dieron los pasos, para crear opciones reales; en 1997 con la llegada del PRD a gobernar la ciudad México se creyó que las cosas cambiarían, pero en sus lucha internas se perdieron  muchos años, la educación media superior se dejó en manos de burócratas y políticos que vieron una plataforma para sus carreras, y cuando se optó por un hombre como Bazán Levy no lo dejaron trabajar.
En el 2000 con la llegada del PAN al gobierno se federal se registró un abandono terrible de la educación pública, y el bono demográfico aún estaba vivo; ahí se dio por el “boom” de las escuelas privadas, muchas de ellas “patito” que no reúnen los requisitos, y al paso de los años padres de familia padecen el “fraude educativo”, porque luego de cientos de miles de pesos gastados, sus hijos carecen de los conocimientos y competencias para ingresar a la educación superior, además de que no cuentan con las herramientas para incorporarse al mercado laboral.
Ahora parece que los políticos “nadarán de a muertito”, pues en unos años, por el fenómeno demográfico, empezará a decrecer la demanda de bachillerato, y “se les resolverá” su problema, pero México tendrá millones de jóvenes sin una educación de calidad que debieron recibir.
Textualmente hay que decirlo: No se trata de un tema de cantidad, es la calidad, de nada sirven las estadísticas sin sustento, de nada sirven los certificados sin conocimiento. De qué sirve un joven con certificado de bachillerato si no sabe cuánto es 2+2, si no puede expresar una idea redactada en un párrafo. Qué no se engañen los políticos la realidad social la ve el pueblo todos los días.


Sígueme en Twitter: @Villasana10

No hay comentarios:

Publicar un comentario