viernes, 14 de noviembre de 2014

Universitarios diseñan proyecto de vivienda social


Francisco Javier Chavarría Morales, Leonardo David Casanova Ochoa y Miguel Ángel Delgado Pimentel, alumnos de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM, diseñaron el Módulo Evolutivo Integral, proyecto de vivienda social enfocado a mejorar la convivencia y propiciar la vida comunitaria.
Este desarrollo obtuvo el segundo lugar del Premio Nacional del Acero para Estudiantes de Arquitectura, organizado por la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero).
El modelo se arma sin preparación especializada. Consta de nodos interconectables en distintos sentidos para formar las habitaciones en función de las necesidades de una persona, pareja o familia entera.
Delgado Pimentel explicó que su estructura es de acero, material dúctil que ofrece tiempos de ejecución y armado más rápidos para contar con soluciones tanto individuales como familiares.
“Puede fijarse en el piso o arriba, con placas soldadas y perforadas para colocar las piezas y armar cubos que funcionan como habitación. En los extremos pueden unirse más para formar otras combinaciones hasta erigir un departamento de 36, 54 o 72 metros cuadrados. Su ventaja, aparte de concentrar las instalaciones en un núcleo y rigidizarlo, es que al extenderse pueden girar y ampliarse”, dijo.
En tanto, Chavarría Morales destacó que las piezas para articular hasta cuatro casas pueden transportarse en un camión y, con el terreno adecuado, cualquiera puede armar un hogar adaptable al entorno.
Asimismo, Casanova Ochoa comentó que “el módulo podría utilizarse tanto en el Valle de México como en otras zonas del país. Fue desarrollado en Tláhuac, zona periférica al DF, con tejido urbano disperso, servicios aislados y comunidades sin sentido de identidad y pertenencia. El contexto ofrece condiciones que exploramos con una propuesta de vivienda integrable. La idea es ayudar a solucionar este problema y fomentar la convivencia entre vecinos para generar comunidad”.
Vivienda social
En el libro Nueva arquitectura mexicana. Tendencias entre siglos, Gustavo López Padilla, académico de la FA, apuntó que en el siglo XX, las instituciones gubernamentales se ocuparon de regular la ubicación, número, diseño y ejecución de muchos proyectos de interés social.
Entre los más importantes en el DF destaca el Conjunto Miguel Alemán, diseñado por Mario Pani (1947); la Unidad Independencia, de Alejandro Prieto y José María Gutiérrez Trujillo (1961), o las Torres de Mixcoac, de Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky (1967).
En décadas recientes se han construido millones de viviendas sin planear adecuadamente, relacionar tejidos urbanos preexistentes ni lograr una calidad habitacional razonable, advirtió López Padilla en su texto.
Al respecto, Delgado Pimentel enfatizó que al diseñar el módulo consideraron el éxito de los conjuntos arquitectónicos de hace medio siglo. “Recibimos asesoría de un psicólogo y un sociólogo para presentar una propuesta multidisciplinaria bien sustentada”.
Chavarría Morales expuso que, además de ofrecer la solución en acero, en un futuro podría diseñar el módulo con insumos locales para adaptarse a las condiciones climáticas de distintas regiones. Además de viviendas, serviría para locales comerciales, oficinas, clínicas, escuelas rurales o instalaciones para personal de emergencia.
Para Casanova Ochoa, la propuesta ofrece una solución a un problema real, en beneficio de las comunidades y el tejido social.
Los jóvenes presentarán la propuesta como proyecto de tesis conjunta para obtener el título de licenciatura.
(Información e imagen DGCS-UNAM)

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