viernes, 14 de noviembre de 2014

Adaptación y prevención para afrontar efectos del cambio climático


México es un país altamente vulnerable al cambio climático. Frente a este escenario, además de diseñar e instrumentar políticas públicas con medidas de adaptación y mitigación, el país requiere del trabajo coordinado de todos sus sectores y que la sociedad modifique actitudes, dijo en la UNAM, Luis Muñozcano Álvarez, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En casa podemos aportar al adquirir focos ahorradores, productos locales y usar fuentes alternativas de energía; usar estufas más eficientes para evitar daños a la salud y reducir emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y en el medio rural es deseable planificar la producción para evitar el embate de sequías e inundaciones, entre otras acciones, puntualizó en el XXXIV Seminario de Economía Agrícola. Cambio Climático en el Sector Agropecuario, realizado en el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de esta casa de estudios.
 “El fenómeno nos afecta a todos y para afrontarlo es necesario el trabajo coordinado entre instituciones, gobierno y sociedad”, apuntó.
Prevención, prioritaria
En la mesa Las políticas de cambio climático en el sector agropecuario, moderada por Rosario Pérez Espejo, del IIEc, refirió que entre 2005 y 2011 el país erogó 37 pesos en la reparación de daños por cada uno que destinó a prevención de catástrofes.
En este periodo, la Federación destinó al Fondo de Desastres Naturales (Fonden) 69 mil 628 millones de pesos —más de nueve mil millones al año— para atender a la población afectada por inundaciones, sequías, ciclones y deslaves. En comparación, el de Prevención de Desastres Naturales (Fopreden) recibió en el mismo lapso mil 874 millones. “No hemos logrado crear conciencia de que es más rentable prevenir que reparar”, subrayó.
Muñozcano Álvarez aseveró que, para afrontar la vulnerabilidad frente al cambio climático, las medidas de adaptación son prioritarias. En este contexto se diseñó el Programa Especial de Cambio Climático (PECC), que comprende un diagnóstico de la situación nacional frente a los efectos adversos del fenómeno, 26 estrategias y 199 líneas de acción.
De éstas, 77 corresponden a adaptación, 81 a mitigación y 41 a la construcción de una política de Estado. La mayoría cuenta con presupuesto, lo que es una garantía para su cumplimiento, resaltó.
El plan pretende consolidar una estrategia nacional mediante instrumentos eficaces y en coordinación con entidades federativas, municipios y Poder Legislativo, subrayó el director general adjunto para Proyectos de Cambio Climático en Semarnat.
Asimismo, busca reducir la vulnerabilidad de la población, los ecosistemas y sectores productivos e incrementar la resistencia de la infraestructura estratégica ante los impactos adversos del fenómeno, así como conservar, restaurar y manejar los ecosistemas para garantizar sus servicios ambientales, reducir contaminantes de vida corta y transitar a una economía competitiva.
Las tareas están orientadas a cumplir con el acuerdo suscrito con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de aminorar en 30 por ciento las emisiones de GEI en 2020, y a la mitad en 2050, puntualizó en el auditorio Maestro Ricardo Torres Gaitán.
Para finalizar, Bernardo Fink Vite, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, refirió que el impacto de la ganadería en el entorno es notable: el ocho por ciento del agua empleada en el orbe corresponde al sector pecuario, las tierras empleadas en el pastoreo y en la producción de forrajes representan el 80 por ciento de las agrícolas y genera un gran volumen de gases de efecto invernadero (en México es el 14.5 por ciento del total nacional).
(Información e imagen DGCS-UNAM)

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