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La crisis social se manifiesta en la escuela

La escuela es por antonomasia el lugar más seguro para los niños y adolescentes, al menos eso decían las abuelas, porque así era. La sociedad mexicana también era otra. Qué pasó, qué hicimos o dejamos de hacer, para llegar a esta dolorosa situación. Ahora tenemos niños que matan y se matan.

Ya sabíamos de la violencia escolar desde hace años, pero sólo se emprende  acciones de aparador; todos incluidos padres de familia, profesores, autoridades: hemos fallado.

Hacemos leyes para protegerlos, pero no acciones encaminadas a crear ambientes seguros para ellos, muchos viven condiciones familiares y sociales complicadas, más allá de la situación económica. La hostilidad, el mercantilismo y la frivolidad con la que lidian los pequeños hoy.

Y empiezan las acciones de relumbrón, como el operativo “Mochila Segura”, cuando está claro que el problema no está en bolsa escolar del menor, sino en lo que pasa en él, en su entorno.

¿Qué pasa en una sociedad donde un joven agrede al grado de quitar la vida a sus compañeros? ¿Hay desatención del menor?

Insisto, el problema no está en la mochila. La violencia en las escuelas es preocupante. Padres y madres que trabajan todo el día casi no ven a sus hijos, peor además el dinero no alcanza para lo que los menores quieren, la frivolidad del Smartphone, el videojuego, etc.

Hay que recordar que ya hace un par de años la Encuesta Internacional sobre Enseñanza y Aprendizaje (TALIS, por sus siglas en inglés), elaborada por la OCDE, reveló que los profesores mexicanos de secundaria consideran que por lo menos una vez a la semana hay intimidaciones entre alumnos, así como agresiones físicas o verbales, lesiones físicas y hasta actos de vandalismo dentro de las aulas. ¿Qué se hace al respecto?

En ese entonces, al presentar los hallazgos de la encuesta se informó que casi 30 % de los maestros mexicanos indicó que además es alarmante que 10 % de los profesores dijo que en promedio una vez a la semana, los alumnos usan o llevan drogas o alcohol a la escuela.

Las agresiones entre estudiantes son reflejo de lo que sucede en su entorno. “Siempre va a entrar la sociedad al aula, y entonces necesitamos a profesores con un alto grado de profesionalismo para poder lidiar con estas condiciones adversas”, consideró en informe OCDE.

Además, casi la mitad de los maestros de secundaria (44%) trabaja en escuelas con 30% o más de estudiantes provenientes de hogares “desfavorecidos”, lo cual en ocasiones está ligado a enfrentar más riesgo de situaciones de acoso escolar y violencia dentro de las aulas.

Un dato más: México ocupa el primer lugar internacional de casos de bullying en educación básica, ya que este comportamiento ha afectado a 18 millones 781 mil 875 alumnos de primaria y secundaria, tanto públicas como privadas.

Textualmente hay que decirlo: La escuela debe ser el paraíso de los niños y adolescentes, pero los problemas sociales entraron como langostas. Los menores de edad reproducen en el plantel lo que ven y viven en casa, en su calle o colonia. Los problemas sociales no se encuentran en la mochila, hay que trabajar en la recomposición del tejido social del país.

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