Por: Adalberto Villasana*
A
la caza de jóvenes
Millones de jóvenes están al
margen de las oportunidades, hay rezagos y desigualdades lamentables, resultado
de años de abandono que los afectan e incrementan un grave problema de no fácil
solución. El país está en deuda con ellos. Ese es el reconocimiento oficial a
una situación que se padece.
Así lo expresó el director
general del Instituto Mexicano de la Juventud, José Manuel Romero Coello, en el
marco de la ceremonia de entrega del Premio Nacional de la Juventud 2013, donde
habló de la realizar una encuesta para saber qué necesitan los jóvenes.
En este espacio hemos dicho
varias veces de la necesidad de escuchar a los jóvenes, pero de manera seria,
sin matices y enfrentar la realidad, porque de nada servirá una consulta sí
sólo se busca avalar políticas públicas redactadas en un escritorio.
Ante la falta de
oportunidades que tienen los jóvenes el crimen organizado emprendió un
reclutamiento, con falsas promesas. En su desesperación hay quienes viven con
la lógica de “es mejor vivir un día como reyes, que una vida de bueyes”.
Según los resultados de la
Primera Encuesta Nacional Universitaria sobre la Violencia, las Drogas y el
Delito 2013, para los estudiantes la universidad representa seguridad, pero su
entorno empieza a ser minado por la delincuencia.
El presidente de la
Federación de Universidades e Instituciones Particulares de Educación Superior
(FUIPES), Arturo Mattiello Canales, tiene reportes sobre la presencia de
integrantes del Cártel del Golfo en la Universidad Autónoma de Tamaulipas,
según dijo.
El también director de la
Asociación Nacional de Consejos de Participación Cívica, apuntó que la red de
más de 500 escuelas agrupadas en la Federación, detecto que personas vinculadas
con ese grupo delictivo acuden a platicar con los alumnos.
Textualmente hay que
decirlo: Se deben encender los focos rojos para todas las instituciones cuando
pasa esto. Los jóvenes están expuestos a la inseguridad, las drogas y a las
garras de maleantes que los utilizarán como carne de cañón.
Se
requiere estrategia clara
México tiene todo lo
necesario para ser un país de paz, incluyente; con educación de calidad,
próspero y con responsabilidad global. La pregunta es ¿por qué no se ha hecho?
El Estado mexicano debe una
respuesta clara en el discurso y la acción, para llevar a buen puerto el bono
demográfico que representan 38 millones de mexicanos menores de 30 años de
edad, que requieren educación de calidad, oportunidades reales de desarrollo, y
salarios justos, o bien una economía sólida para los emprendedores que trabajan
por su cuenta.
Se dice que el Gobierno de
la República está orientado y trabaja para generar la condición, el entorno
económico y social, que permita que la juventud de hoy pueda tener un futuro de
éxito y promisorio.
Con casi 38 millones de
jóvenes menores de 30 años en todo el país, plurales, heterogéneos y ávidos de
oportunidades es imperativo atenderlos. Son jóvenes inmersos en un mundo
globalizado, que exigen una mayor y mejor preparación. Y el Estado debe
brindarles la oportunidad de tener acceso a adquirir las herramientas que les
permitan su crecimiento y desarrollo.
En el discurso oficial se
reconoce que hay rezagos y desigualdades lamentables, resultado de años de
abandono que afectan a los jóvenes; ahora estamos ante la deserción escolar,
falta de atención a la salud, falta de empleos de calidad bien remunerados,
sólo por mencionar sólo algunos.
Ahora se pretende una
Consulta Nacional Juvenil como un ejercicio democrático que tiene por objetivo
preguntar a todos los jóvenes lo que necesitan para cumplir sus sueños, para
alcanzar sus anhelos, para escuchar sus propuestas, y para saber cómo
construimos juntos sus oportunidades.
En este espacio señalamos
que la mejor forma de realizar una política juvenil transversal, es
precisamente, incorporando sus voces en este proceso.
México cuenta con el bono
demográfico más grande de su historia, pero como todo tiene un plazo
perentorio, de no aprovecharlo, de no gestionarlo con eficacia y prontitud,
estaremos dejando al país indefenso, sin desarrollo y condenando a millones de
jóvenes a no tener un futuro prometedor.
Textualmente hay que
decirlo: Sí el Estado da a los jóvenes las oportunidades de educación de
calidad y desarrollo profesional, éstos construirán un México mejor.
*Adalberto Villasana, Jefe
de Información de LA PRENSA
Premio Nacional de
Periodismo 2005, que otorga el Club de Periodistas de México, en la categoría
de Divulgación de la Educación, Ciencia y Tecnología.