Justina parece escuchar la
conversación, aparenta ser inerte, pero se desliza en el pasillo del segundo
piso del Edificio T del posgrado de la Facultad de Ingeniería (FI); aunque no
requiere intervención humana, va ataviada con una capa plástica tejida a mano,
hecha de material de reciclado que se adapta a su forma.
De pronto habló su “voz en
off” masculina, Marco Antonio Negrete, integrante del Laboratorio de
Biorobótica de la FI: “Justina es un robot de servicio desarrollado aquí,
pensado en las labores comunes del hogar o en otros ambientes como la oficina y
estamos enfocados para que sea totalmente autónomo”.
En ese tránsito, Justina y
el equipo Pumas, integrado por estudiantes y egresados universitarios de varias
disciplinas, acudieron alRoCKIn Robot Challenge en la Cité De l'Espace, en
Toulouse, Francia, donde compitieron con una decena de equipos provenientes de
países de Europa y Asia. Obtuvieron el primer lugar en la categoría Task
Benchmark Best Team (Catering for Granny Annie's Comfort) y el segundo en la
denominada Functionality Benchmark Runner-up (Speech understanding).
“El RoCKIn es una
competencia parecida a la RoboCup, donde un robot está en una casa, le
proporcionan comandos y tiene que hacer lo que se le pide. El primer lugar se
consiguió en la categoría donde atiende a un adulto mayor y el segundo en una
competencia de reconocimiento de voz y lenguaje natural”, explicó Jesús Savage
Carmona, titular del Laboratorio de Biorobótica del posgrado de Ingeniería.
Clase mundial
Y aunque Justina está
facultada para reconocer rostros, voces, objetos e integrar otras
características que le permiten interactuar de manera natural con los humanos,
uno de los componentes decisivos es su perfil psicológico, el cual es atendido
por Marco Antonio Negrete, quien busca moldearle un “cerebro positrónico”.
Asimismo, Joaquín Díaz,
artista visual, egresado de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM, coordina
el esbozo y cubiertas, es decir, quien la viste y combina la parte funcional
con la estética. “En la primera versión hemos facturado la armadura con
procesos artesanales, cortado a mano y patinado, y ahora pasamos a una etapa
donde desarrollamos piezas para impresión en 3D. Estamos rediseñando
completamente su apariencia”.
“Nos hemos dado cuenta que
en los últimos años el horizonte de la FI está al mismo nivel que el de otros
estudiantes del mundo, pero a los nuestros los distingue el compromiso que
adquieren; incluso, trabajan hasta los fines de semana mucho antes de que sean
las competencias. La meta de obtener buenos lugares es parte de la distinción y
hay varios universitarios de esta especialidad que ya estudian y trabajan en el
extranjero”, puntualizó Jesús Savage.
Justina, con “otras”
identidades, debutó en el 2006 en Bremen, Alemania; al año siguiente estuvo en
Atlanta, Estados Unidos; en 2008 en Suzhou, China; en 2009 en Graz, Austria; en
2010 intervino en el torneo de Singapur; en 2011 compitió en Estambul, Turquía;
en 2012 estuvo en México; en 2013 viajó a Eindhoven, Holanda, y en 2014 a
Brasil y ahora a Toulouse, Francia.
(Información y fotografías
DGCS-UNAM)
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