Llevará 80 años lograr que
la igualdad de género sea real entre hombres y mujeres, apuntó Ana Güezmes
García, representante de la ONU Mujeres en México, en la ceremonia en la que el
rector de la UNAM, anunció la adhesión de la máxima casa de estudios a la
plataforma #HeForShe.
Al firmar el convenio de
adhesión a la plataforma “HeForShe: movimiento solidario para la igualdad de
género” de ONU-Mujeres, el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, afirmó
que esta casa de estudios respalda la paridad de género porque entiende que es
una forma de convivir en sociedad, con justicia, en el mismo nivel de
oportunidades y en paz.
En su oportunidad, Güezmes
expuso que si bien la actual generación se ha visto favorecida por el
reconocimiento y ampliación de sus derechos en las constituciones y la
reducción en la brecha educativa, todavía tiene que luchar por la igualdad de
género, pues se calcula que aún llevará 80 años lograr que la igualdad de
género sea real entre hombres y mujeres.
“Necesitamos a la
Universidad como un motor y acelerador de cambio. La UNAM es hoy un ejemplo de
una institución valiente que busca abrir las puertas a la igualdad de género.
Es la mejor universidad de México y de las mejores del mundo y una de las de
mayor población, por lo que por su empuje y la adhesión a HeForShe, tiene un
valor fundamental, da un mensaje para México y el mundo”, señaló.
Esta estrategia, agregó el
rector Graue, es una herramienta para luchar por el acceso irrestricto a los
mismos derechos y libertades, el respeto a las distintas preferencias sexuales
y para erradicar todo tipo de violencia. Es una lucha que ganará la UNAM.
“Lo vamos a hacer porque la
Universidad, como gestora del conocimiento, es responsable de la educación de
las nuevas ciudadanías y la igualdad de género, en todas sus dimensiones, es su
responsabilidad educativa. Lo haremos para ser mejores y más libres”, remarcó.
Ante la representante de la
ONU Mujeres en México el rector informó que ayer se publicó en Gaceta UNAM
(órgano informativo de la institución) el Acuerdo por el que se Establecen
Políticas Institucionales para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación
de Casos de Violencia de Género en la UNAM
Ahí se instruye a
institucionalizar programas y actividades educativas sobre la identificación y
prevención de la violencia de género, diseñar campañas de difusión para
erradicar entre la comunidad las distintas expresiones de violencia sexual;
también, a adoptar medidas necesarias para conformar un entorno seguro y a
seguir el Protocolo de Atención en Casos de Violencia de Género.
El protocolo, prosiguió,
recoge las mejores prácticas en la materia, pues para su elaboración se
consultaron documentos y propuestas generadas por esta institución entre 2007 y
2015; lineamientos y acuerdos existentes en este ámbito en otras instancias
públicas e instituciones de educación superior, tanto nacionales como internacionales;
la legislación nacional.
También, opiniones de
académicas del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG); del
Programa Universitario de Derechos Humanos; de la Defensoría de los Derechos
Universitarios; de la Subdirección General de Igualdad de Género de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación y de la Comisión Especial de Equidad de Género
del Consejo Universitario.
“Las distintas oficinas
jurídicas han sido ya instruidas, los orientadores han sido formados y el
andamiaje administrativo ha sido ya adecuado. Estamos listos para erradicar la
violencia de género”, añadió Graue.
A la reunión, en el
auditorio de la Torre de Rectoría, asistieron directores de facultades,
escuelas e institutos; integrantes de la Junta de Gobierno; los secretarios
generales de la Asociación Autónoma de Personal Académico de la Universidad
(AAPAUNAM), Bertha Rodríguez Sámano y del Sindicato de Trabajadores de la UNAM
(STUNAM), Agustín Rodríguez Fuentes. Ante ellos, el rector pidió dar fiel
cumplimiento al acuerdo.
“Es inaceptable e
intolerable que en esta casa de estudios existan manifestaciones de violencia
de género, en particular hacia el sexo femenino que, lamentablemente, es con
gran frecuencia el afectado”, dijo.
Por violencia de género se
entenderá el acoso, la intimidación, el hostigamiento y las conductas hostiles
basadas en estereotipos de género; discriminación por motivo de género o
preferencias sexuales y, por supuesto, todo tipo de abuso físico o violencia
sexual.
Este tipo de violencia,
añadió el rector, es una vejación a los derechos humanos, perpetúa los
estereotipos de género, lacera la dignidad personal, la autoestima, e impide el
desarrollo integral de la comunidad. “La violencia sexual, en sus distintas
manifestaciones, debe ser erradicada de una vez y para siempre de nuestra
universidad”, sentenció.
La abogada General de la
UNAM, Mónica González Contró, detalló las características del protocolo y
destacó que entre los principales ejes de acción están la debida diligencia, la
confidencialidad, y habrá personas orientadoras sobre el combate a la violencia
de género en toda la institución, además de que incluyen mecanismos de
resolución como la mediación.
“Estamos conscientes del
gran aprendizaje que nos espera como comunidad para eliminar la violencia de
género. Tal vez venga un periodo de más retos que de soluciones inmediatas; sin
embargo, un punto fundamental es que representa en sí mismo un mensaje de cero
tolerancia ante los actos de violencia de género que afectan la convivencia de
nuestra comunidad y que contravengan los fines de la Universidad”, afirmó.
Con la firma del convenio de
adhesión a esta plataforma, prosiguió Güezmes, la Universidad Nacional
establece 27 compromisos en materia de igualdad, cuyos avances revisará en dos
años. Además, se une al esfuerzo de otras prestigiosas universidades como las
de Oxford, Waterloo, Nagoya, São Paulo y Hong Kong, que reconocen que no es
posible el desarrollo de sus comunidades académicas si no ponen a la igualdad
de género en la parte superior de su lista de desafíos.
Por su parte, la directora
del PUEG, Ana Buquet Corleto, expuso que el Informe 2014 sobre la brecha de
género en el mundo, sitúa a México en el lugar 80 entre 142 países, donde se
midió la diferencia entre mujeres y hombres en participación económica,
educación, salud y poder político.
En las universidades,
prosiguió, las académicas también encuentran obstáculos para alcanzar altos
nombramientos. Hay concentración de alumnas en carreras consideradas
tradicionalmente femeninas, mientras los hombres son mayoría en las ingenierías
y las ciencias exactas.
“La adhesión a la
plataforma HeForShe refleja la convicción de que tenemos el poder de rectificar
el rumbo, a partir de aquí, de nuestra casa”, señaló.
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