Está claro que Hillary Clinton
triunfó en el debate en la campaña por la presidencia de los Estados Unidos,
pero ello no garantiza el triunfo, consideraron especialistas de la UNAM,
quienes resaltaron que por primera vez una mujer ha llevado la delantera en
esta trascendente prueba.
Silvia Núñez García,
directora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la
UNAM, explicó que el primer debate presidencial de Estados Unidos entre Hillary
Clinton y Donald Trump pasó a formar parte de una historia sin precedentes: el
ascenso y la capacidad de las mujeres para ocupar la Casa Blanca, enmarcada,
sin duda, por la profunda división de los estadounidenses rumbo al futuro de su
país.
Como se esperaba, se
confrontaron puntos de vista diametralmente opuestos y se mantuvieron las
posturas que se han expresado a lo largo de los últimos meses de la campaña,
expresó Eduardo Rosales Herrera, internacionalista de la Facultad de Estudios
Superiores (FES) Acatlán.
De acuerdo con los primeros
resultados de las encuestadoras, y en opinión de los especialistas de la UNAM,
Clinton resultó ganadora del debate, aunque cabe señalar que “estos datos
tienen poco impacto en las preferencias electorales y posiblemente sólo los
indecisos podrían experimentar alguna variación en su intención de voto”,
sentenció Núñez García.
Clinton y Trump debatieron
durante 90 minutos en torno a la dirección de esa nación, los elementos para el
éxito económico y la relevancia de la seguridad. Mientras Trump insistió en el
hecho de que EU dejó de ser un país ganador y que la receta para remediarlo es
un recorte severo de impuestos, ella defendió estrategias como lograr un
comercio justo, regulación financiera, innovación, salarios iguales para
mujeres y hombres, además de apoyos para las familias vulnerables y las
pequeñas empresas, aseveró.
Por su parte, Elizabeth
Gutiérrez Romero, secretaria académica del CISAN, dijo que en el debate se
habló de la relevancia de la creación de empleos para la economía
estadounidense. Trump volvió a relacionar la pérdida de empleos con los
tratados comerciales y con la relocalización de empresas de esa nación en
México y China.
Y aunque ninguno fue explícito
en sus planes específicos para lograrlo, Trump fue repetitivo y testarudo,
mientras que Clinton aprovechó para colocar al candidato en una actitud
defensiva que no le permitió armar una contrargumentación efectiva, expresó
Gutiérrez Romero.
La candidata se observó
mejor preparada y más ecuánime, no perdió el tono moderado ni se desdibujó a lo
largo del debate. Donald Trump, por su parte, se vio reiterativo, recurriendo a
generalizaciones, puntos de vista simplistas y proporcionando cifras equivocadas
e imprecisas, como cuando se refirió en un par de ocasiones al monto de la
deuda pública de EU, subrayó Eduardo Rosales.
Durante los primeros minutos
del debate vimos a un Trump a la ofensiva, pero que con el paso del tiempo fue
perdiendo terreno mientras que Clinton vino de menos a más y terminó con
firmeza y aprovechando los puntos débiles de su oponente, resaltó.
La relación con México, como
se esperaba, estuvo presente por el tema del TLCAN, que fue criticado por Trump
y calificado por él como “el peor acuerdo de libre comercio que haya firmado
EU”. El candidato republicano subrayó la pérdida de empleos, el TLC como un
acuerdo defectuoso, el crecimiento de la deuda gubernamental, la excesiva
reglamentación, la burbuja que se está creando en la Bolsa de Valores y criticó
el papel político que está haciendo la presidenta de la Reserva Federal, acotó
el académico de la FES Acatlán.
El abanico de temas abordado
por la candidata demócrata fue mucho más amplio y preciso. Habló de crear una
economía en beneficio de las clases medias, de mejorar los salarios, de
invertir en energías limpias, de apoyar a la educación y a los estudiantes
universitarios, de una política fiscal en la que los ricos aporten más, de las
armas nucleares como una amenaza, y condenó los ciberataques de Rusia.
En tanto, la directora del
CISAN expresó que, “por primera vez, una mujer ha llevado la delantera en esta
prueba trascendente, al expresarse con claridad, infundir confianza en la
audiencia y demostrar que el conocimiento y la experiencia son elementos
fundamentales del liderazgo político”.
Gracias a su capacidad para
controlar ese y otros tópicos del debate, logró salir fortalecida en la carrera
hacia la presidencia de los Estados Unidos, remarcó Elizabeth Gutiérrez.
Faltan dos debates entre los
candidatos. El segundo se llevará a cabo el 9 de octubre y el tercero el 19 del
mismo mes. Si Hillary Clinton mantiene el nivel exhibido en la Convención
Nacional Demócrata y en este primer debate, puede ganar los dos restantes.
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