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Educación
de calidad para todas y todos
La deuda de México con sus
pueblos originarios aún está vigente; el próximo regreso a clases de millones
de niñas y niños, nos recuerda que un porcentaje importante de la población
indígena en edad escolar, carece del acceso a los servicios.
Hay que destacar que de los
llamados humanitarios a nivel mundial, la educación es el sector con menos
financiamiento. En 2015, las agencias humanitarias recibieron tan solo el 31%
de los fondos necesarios para este sector, muy por debajo del 66% registrado
hace una década. A pesar del aumento del 126% en los requisitos educativos
desde el 2005, el financiamiento se incrementó en sólo un 4%. Además, los
sistemas educativos preparados para resistir crisis prolongadas, no se pueden
construir sobre la base de llamados a corto plazo e imprevisibles.
Pero hay que tener cuidado,
porque un derecho humano, social, no puede convertirse en caridad, ni tampoco
negocio, atención con muchas fundaciones, hay que saber de cada
peso de donación cuanto llega en realidad a quién lo necesita. Quién paga los
sueldos, que no son salario mínimo, de esas “almas caritativas que se dicen
preocupadas por la educación pública. Cuánto cuestan la renta de sus oficinas,
salarios de personal a su cargo.
En estas posturas
polarizadas, hay que tener cuidado con los extremos, veo a los críticos de la
CNTE en autos costosos, en oficinas de lujo, con todos los servicios, señalar
con dedo flamígero a quién se manifiesta en las calles con carencias, en todos
los sentidos.
Estudios de UNICEF revelan
que el 40% de los niños carece de acceso a una educación básica en los 10
países con mayores índices de desescolarización
La cobertura en educación
básica en México, es casi universal, pero existen brechas en el acceso para la
población de menores recursos, como es el caso de la población indígena.
Existen grandes desigualdades en una nación, en la que es necesario sumar a
todos.
Se recuerda que un estudio
presentado recientemente por UNICEF México y el Instituto Nacional para la
Evaluación de la Educación (INEE) reveló que de casi 4 millones de niños, niñas
y adolescentes indígenas, más de 600 mil no asisten a la escuela.
Hay que decirlo de manera
clara, el tema educativo no está resuelto, porque se administra la crisis y el
tema es social, porque no podemos quedar ajemos que los estados donde se
registra la mayor protesta son los más pobres.
Sí el maestro tuviera un
plantel educativo con todos los servicios, material y apoyos docentes
adecuados, alumnos alimentados adecuadamente y sanos, pues sencillamente no
estaría en las calles protestando.
Sin educación, una
generación de niños y niñas en países afectados crecerá sin las destrezas
necesarias para colaborar con su país, empeorando la situación desesperada en
la que ya se encuentran, En México 644,506
no asistirán a la escuela, por lo que urge integrarlos.
Textualmente
hay que decirlo: Urge resolver los problemas sociales, que
cada niño tenga un lugar digno donde vivir, alimentación adecuada, que se
presente a una escuela con instalaciones adecuadas, y encuentre un maestro
calificado para brindar una educación de calidad. El día que se tenga eso no
habrá paros ni marchas.
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