“En esta gran emergencia
hemos visto volcada a toda la comunidad, lista para apoyar y atender no sólo la
integridad y bienestar físico de las personas afectadas, sino también su salud
mental”, expuso Silvia Morales Chainé, coordinadora de Centros de Formación y
Atención Psicológica de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.
Minutos después del sismo
que se registró en la Ciudad de México el 19 de septiembre, la FP brindó atención
especializada inmediata a los universitarios, y momentos más tarde los expertos
se dispusieron a recorrer diversos puntos de la metrópoli para identificar
poblaciones que requerían atención inmediata.
Los estudiantes, dirigidos
por académicos de la Facultad, han atendido con oportunidad a quienes han
requerido de sus servicios, pero la tarea aún no concluye, pues los síntomas de
algunos trastornos, como el estrés postraumático, podrían manifestarse tres o
cuatro semanas después del evento, y durar meses, por lo que los servicios
psicológicos continuarán durante los próximos seis meses, informó Morales
Chainé.
Expertos y estudiantes al
servicio de la población.
Organizados por la
académica, durante las primeras horas de la emergencia aproximadamente 122
estudiantes de posgrado y licenciatura, así como 20 profesores, identificaron
56 puntos que requerían atención en albergues, hospitales y zonas siniestradas
en las delegaciones Álvaro Obregón, Coyoacán, Iztapalapa y Xochimilco.
Posteriormente, unos 200 psicólogos
integrados en brigadas de cuatro a cinco, atendieron en 60 sitios a personas
afectadas: habitantes, brigadistas y rescatista. En tanto, otros 26
profesionistas dieron respuesta a llamadas telefónicas para proporcionar –con
una aplicación a distancia– contención y primeros auxilios en su campo de
acción. Además, otros tantos ofrecieron su ayuda profesional en forma
voluntaria, a través de sus líneas telefónicas móviles.
En cada uno de los sitios a
los que acudieron, o por teléfono, los voluntarios proporcionaron apoyo
profesional e intervención en crisis, reiteró.
Labor a largo plazo
Morales Chainé refirió que
según la magnitud del estrés de cada persona es la respuesta y adherencia a las
instrucciones de los expertos. “No es lo mismo la crisis de ansiedad por la
ocurrencia del sismo, que el proceso de quien estuvo o permanece en la zona de
desastre a la espera de recuperar a sus seres queridos”.
Entonces, algunos síntomas,
como los del estrés postraumático, podrían manifestarse inmediatamente después
de haber vivido el evento, o tardar de tres a cuatro semanas, y durar meses,
por lo que los especialistas evalúan el riesgo de que algunas personas
presenten este trastorno.
En la actualidad, las
brigadas de la FP atienden a quienes requieren de sus servicios en la Ciudad de
México y, a través de redes establecidas a través de convenios de colaboración
entre la UNAM y otras instituciones, ofrecen apoyo psicológico a los afectados
en Morelos, Puebla y Oaxaca.
“Trabajamos en la
identificación de síntomas de estrés agudo, estrés postraumático y duelo
prolongado”, las afecciones más comunes, concluyó la especialista.
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