Cken, Kira, Ivy, Belle,
Quake y Lava, seis brigadistas caninos de la asociación Canadian Search &
Disaster Dogs, que mantienen colaboración con el Programa de Perros de Búsqueda
y Rescate de la UNAM, fueron recibidos y reconocidos en la sede de la
diplomacia mexicana junto a sus manejadoras.
Carlos Sada Solana,
subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores,
les extendió el agradecimiento del gobierno y del pueblo mexicano con la
entrega de medallas por su labor humanitaria tras el sismo del 19 de
septiembre.
En ese acto, el diplomático
externó también la gratitud hacia la Universidad Nacional Autónoma de México y
su comunidad por el apoyo a la sociedad mexicana.
“Quiero ponderar la labor de
la UNAM, que ha sido fundamental; tienen un servicio sismológico único en
México y en el mundo, y eso ayuda para estar más preparados. Además, hay que
recordar el premio que recibió la Universidad precisamente el día del sismo
(Premio Nacional de Protección Civil).
“Mucho nos han ayudado;
haber colaborado en el rescate de otras personas es una contribución muy
importante. Así lo ponderamos y por eso hacemos este merecido reconocimiento,
muy emocionados de todo corazón”, indicó.
En el salón Morelos de la
Secretaría de Relaciones Exteriores estuvieron Raúl Flores, de la Dirección
General de Prevención y Protección Civil (DGPPC) de la UNAM, y Julio Velázquez,
titular del Programa de Perros de Búsqueda y Rescate, quien recordó que cuando
esta instancia universitaria se afilió a la Organización Internacional de
Perros Búsqueda y Rescate, en 2010, nació la colaboración con los binomios
canadienses.
“Silvie Montier, líder del
grupo de Canadá, fue nuestro primer vínculo con la organización. Ella vino a
capacitarnos, a informarnos; es como ‘nuestra madrina’, una persona muy
fraterna. Ha estado varias veces en México, casi una ocasión por año, y
capacitó a los seis perros actuales de la UNAM”, recordó.
Ahora se ha reconocido a la
Universidad, rinde frutos el trabajo. “Este escenario ya lo teníamos
visualizado, en una emergencia saldríamos nosotros en primera instancia, y más
adelante vendrían refuerzos caninos del extranjero, como ha sucedido”.
El auge de los binomios de
rescate perro-humano ha sensibilizado a los universitarios y a la población en
general, por lo que ahora el programa de rescate canino universitario tiene más
de 300 solicitudes de ingreso, mencionó Velázquez.
Finalmente Silvie Montier
comentó que la colaboración entre la asociación canadiense y la UNAM ha sido
“fantástica, de hermanos y hermanas”.
Esta ayuda y nuestro
abordaje en la Ciudad de México han sido muy gratificantes. “Esperamos haber
dejado las cosas mejor que antes y haber hecho la diferencia”.
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