Deuda
histórica
Hechos son amores y no
buenas razones, decían sabiamente las abuelas. Y ahora resulta que “para
ganarle terreno a la deuda histórica, que el Estado mantiene con los jóvenes,
el grupo parlamentario del PRI en el Senado impulsará la Ley General para el
Desarrollo Integral de los Jóvenes.
Desmemoriado el Partido
Revolucionario Institucional (PRI), porque sus administraciones son parte responsable
del problema; peor aún, con leyes no se resuelven los retos: o qué, a caso
porque hicieron ley el acceso a la educación todos los jóvenes tienen enseñanza
pública de calidad, pues no.
Una ley no hace la
primavera, se requieren de acciones reales y decididas de impulsar, de verdad,
el desarrollo del país con los jóvenes como palanca de desarrollo, para
aprovechar lo último del bono demográfico.
“Estamos decididos a generar
oportunidades para los más de 31 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años que
viven en el país, que demandan educación de calidad, empleos bien remunerados,
inclusión social y participación política”, expresó el senador Emilio Gamboa
Patrón, eso lo sabemos desde hace décadas, lo que no hemos visto son las
acciones, ni del PRI ni del PAN, tampoco del PRD en el DF donde la demagogia es
lo que encontramos.
México ocupa la cuarta
posición internacional en desempleo juvenil, toda vez que alrededor de una
cuarta parte de las personas de 15 a 29 años de edad está sin ocupación
laboral.
En el México real hay siete
millones de jóvenes, en ese rango de edad que no tienen acceso a la educación
ni a un trabajo de calidad, justamente remunerado.
Mientras la cifra general en
el país de las personas que no tienen trabajo es de 4.1 por ciento, en ese
sector juvenil es de 9.4 por ciento.
Por ello es necesario que
las secretarías de Economía y del Trabajo y Previsión Social expliquen qué
hacen para la generación y fomento de empleos formales en el país.
Esas dependencias deben
implementar mecanismos que contrarresten los altos niveles de desocupación
juvenil que, no obstante la reforma laboral, a la fecha se ha incrementado.
La realidad de los jóvenes
en México no cambia al paso del tiempo, en el primer trimestre de 2014 padecían
una tasa de desempleo de 9.8%, mientras que el 32.7% no tenía acceso a
servicios de salud y en materia educativa son pocos los que tienen acceso a una
de calidad. El sistema político está en tela de juicio, o se ponen a trabajar
en crear las condiciones de desarrollo o se complicarán las crisis económicas y
sociales. Un primer paso es sacar del escenario a “los chapulines” que ya se
sabe no cumplieron con la población.
Textualmente
hay que decirlo: Mientras dependencias federales y locales
maquillen cifras y no se enfrente la realidad, el problema de la falta de
oportunidades para jóvenes no se solucionará. Se pueden aprobar mil leyes, pero
son las acciones las que hacen el cambio.
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