El 20 % de las madres de
familia en México no da ni una fruta al día a sus hijos, mientras que 27% no les
da verduras, pero el 90 % considera que la dieta de sus hijos es saludable,
reveló un estudio de opinión de la Universidad del Valle de México (UVM).
Así, el “Estudio sobre
hábitos alimenticios en niños: la perspectiva del niño y su mamá”, presentado
por Mercedes Poiré Romero, del Centro de Opinión Pública (COP) y Saby Camacho
López, directora nacional de Nutrición de la UVM, apunta que el 91 % de los
niños y jóvenes en México consume más de 5 porciones de bebidas azucaradas al
día, mientras que en lo general los niños no consume ni una fruta al día en un
23 %, mientras que 29 % no consume verduras.
El trabajo del COP de la UVM,
realizado durante los meses de septiembre y octubre del presente año, que una
tercera parte de los niños y jóvenes en México no consumen ni una fruta, ni una
verdura al día, mientras que tres cuartas partes come 4 o más porciones de
cereales diariamente.
Al explorar la situación del
consumo de bebidas azucaradas por parte de estos jóvenes a lo largo del día,
vemos que 91% manifiesta tomar 6 o más porciones de este tipo de alimento (dato
en el que la coincidencia de respuesta entre mamás e hijos es exacta). Si
consideramos que una porción de bebida de este tipo puede contener entre 150 y
200 calorías, resulta que nuestros niños ingieren solamente por este concepto,
más de 1000 calorías al día.
De acuerdo con datos de la
Organización Mundial de la Salud y la Secretaría de Salud de nuestro país,
cerca de 34% de los niños presentan sobrepeso u obesidad, atribuido tanto a la
falta de activación física como a una dieta poco equilibrada.
Consciente de esta
problemática, el Centro de Opinión Pública de la UVM en conjunto con la Escuela
de Nutrición de la universidad, se dio a la tarea de entrevistar
simultáneamente a 476 niños de entre 6 y 16 años de edad y a sus mamás para
conocer sus hábitos de alimentación, activación, entretenimiento y algunas de
las principales creencias que subyacen a estos comportamientos.
No cabe duda que hay mucha
información en el entorno que lleva a las mamás y a los propios jóvenes a saber
que hay una problemática en este sentido y a manifestar su preocupación por el
tema. 64% de las mamás manifiestan conocer el plato del bien comer y cerca de
80% de ellas es capaz de mencionar los grupos de alimentos que lo conforman así
como dar ejemplos concretos; sin embargo, una tercera parte menciona también
grupos que no pertenecen al plato.
Tres cuartas partes de las
mamás reconocen que el desayuno es el alimento más importante del día, mientras
que una cuarta parte de los niños piensa que es la comida. No obstante, cerca
de 1 de cada 10 jóvenes no desayuna cotidianamente, ya sea porque no le gusta o
porque no les da tiempo de hacerlo.
El “lunch” o almuerzo
escolar se convierte en todo un tema. A cerca del 18% de los niños no les
preparan un lunch en sus casas, lo que se traduce en que se les proporciona
dinero y compran comida en la escuela (que suele ser comida rápida:
quesadillas, tacos, tortas, etc., 35%; frituras (24%) o agua de sabor (14%)).
Además de las comidas
principales, 82% de nuestros niños y jóvenes consumen alguna colación entre
comidas, que suele ser, de acuerdo a los propios niños: fruta 35%, cereal
(21%), pan o pastelillo (18%), barrita energética (9%) o embutidos (8%).
El problema real parece ser
un tema de porciones. Si partimos de la base del plato del bien comer, que
recomienda el consumo de un alimento de cada grupo en cada una de las comidas,
el número de porciones de proteína, por ejemplo, debería acercarse mucho a un
promedio de entre 3 y 5 porciones al día (considerando tres comidas principales
y 2 colaciones). Sin embargo, solo 41% de los jóvenes consume entre 3 y 5
porciones de proteína al día. Poco más de la tercera parte consume menos de 3
porciones diarias de este alimento.
Las mamás sienten que la
alimentación de sus hijos es saludable y reconocen la importancia de equilibrar
los grupos de alimentos; sin embargo, parecen no saber cómo traducir la
información con que cuentan en conductas que favorezcan una mejor nutrición de
los niños y jóvenes de hoy.
Si a esto le sumamos que en
promedio 55% de los jóvenes pasa más de dos horas frente a la computadora, iPad
o celular y 34% más de dos horas con videojuegos, resulta evidente la tendencia
en el incremento de problemas de sobrepeso y obesidad y en el aumento de enfermedades
crónicas no trasmisibles. Sin embargo,
cerca del 70% reconoce que los hijos hacen ejercicio adicional al que hacen en
la escuela (30% no lo hace) que consiste principalmente en algún juego de
equipo (37%) o correr (16%).
Parece ser que tener
la información y proporcionar orientación no es suficiente. Necesitamos
encontrar los detonadores que lleven a las madres de familia a actuar conforme
a la información con que cuentan y, desde luego, a mejorar la calidad y
comprensión de la información que ya tienen. El sobrepeso y la obesidad no son
solamente un problema de salud pública, se empiezan a convertir en un serio
problema económico para países como el nuestro.
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