A pesar de que Coyoacán ha
tenido un papel preponderante en todas las épocas y en diferentes planos, son
pocos los estudios históricos y antropológicos que tienen a esta demarcación
como centro y referencia, motivo por el cual se desarrolla el Primer Encuentro
de estudios sobre Coyoacán en el tiempo y el espacio, cutos resultados ayudarán
a la conservación de su patrimonio cultural material e inmaterial, manifestaron
especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En la Escuela Nacional de
Conservación, Restauración y Museografía —en representación de Diego Prieto,
secretario técnico del INAH—, María Isabel Campos Goenaga expuso que uno de los
objetivos principales de la reunión es fomentar el intercambio de saberes entre
investigadores de distintas disciplinas con el fin de reforzar las identidades
culturales de Coyoacán y establecer canales de comunicación con sus pobladores.
La coordinadora nacional de
Antropología del INAH resaltó que “el conocimiento sobre los procesos
históricos, sistemas, condiciones, composiciones sociales, políticas,
relaciones socioculturales y problemáticas de la demarcación de Coyoacán
responde, sin duda, al intenso trabajo que los investigadores del INAH
realizan, de la mano de las poblaciones, para expandir el conocimiento antropológico”.
Cuauhtémoc Velasco, director
de Etnohistoria de la Coordinación Nacional de Antropología del Instituto,
resaltó que Coyoacán ha tenido un lugar privilegiado en la historia de la
Cuenca del Anáhuac, ejemplo de ello es la participación crucial que jugó en la
Conquista y en la etapa formativa de la Colonia.
El simposio organizado por
el INAH, a través de la Dirección de Etnohistoria de la Coordinación Nacional
de Antropología, abordó desde la prehistoria y la época prehispánica hasta la
actual delegación política, con base en distintas disciplinas, entre ellas la
arqueología, etnología, antropología social, etnohistoria, historia,
arquitectura, ingeniería geológica, restauración, conservación y gastronomía.
En primera instancia el
encuentro tuvo un interés meramente académico, y ahora cuenta con la
participación de habitantes de los pueblos y barrios de dicha demarcación,
comentó Gilda Cubillo.
“Queremos que los pobladores de Coyoacán se
reconozcan en estos estudios, que encuentren el hilo conductor de sus
tradiciones y expresiones culturales, que muchas veces no son sólo para el
reconocimiento y reforzamiento de sus identidades, sino incluso para la defensa
legal de sus espacios y manifestaciones culturales, por lo que proponemos ir al
pasado para vincularlo con las condiciones y los retos del presente”.
Sobre Coyoacán, subrayó que
antes de la conquista española era un tlahtocáyotl o señorío tepaneca, cuyos
límites se extendían a San Ángel, Mixcoac, Tacubaya, Tlalpan, Contreras,
Cuajimalpa, incluso hasta el Ajusco y el Desierto de los Leones. Desde ese
reino, Hernán Cortés asedió a Tenochtitlan y fue ahí donde el conquistador
español instauró, temporalmente, la primera capital de la Nueva España.
“A su llegada, Cortés
estableció una relación de alianza importante con los gobernantes de Coyoacán,
no sólo con su tlatoani Cuauhpopoca, sino con sus familiares y sucesores, al
igual que con otros señoríos y pueblos de la época prehispánica en el momento
del contacto, quienes estaban sometidos al imperio mexica y a la Triple Alianza
(Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan)”.
Fue un punto importante de
comunicación no sólo con Tenochtitlan sino con Churubusco (Huitzilopochco);
éste, junto con Mexicaltzingo, era uno de los sitios de frontera por donde
pasaba gran parte de las mercancías provenientes de otras regiones de Mesoamérica
con rumbo a la capital mexica y otros puntos.
Ya en la Colonia, se
estableció como lugar estratégico para la producción agrícola y textil, ya que
contaba con muchos obrajes (fábricas o talleres) en diversos puntos de la
jurisdicción, como en la Villa de Coyoacán, donde Cortés se instaló y
estableció el centro del Marquesado del Valle (concesión que le hizo el rey
Carlos V al conquistador español en pago por sus servicios prestados a la
Corona durante la Conquista), cuyos límites llegaban hasta Oaxaca.
“Más allá de su
centro histórico, de lo que se conoce turísticamente, lo que se busca con este
encuentro es difundir toda la riqueza cultural e histórica de este territorio
que en cierta época fue más amplio y que en 1929 se transformó en lo que ahora
conocemos como la delegación Coyoacán”, finalizó Gilda Cubillo.
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