La cancelación del programa
Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, DACA, por sus siglas en
inglés, podría traducirse en un drama humano para 780 mil beneficiados, de los
cuales más de 600 mil son mexicanos.
Para el presidente
estadounidense, Donald Trump lo importante es decirle al electorado que el
programa concluye, aunque en realidad lo que está haciendo es turnarle la
responsabilidad al Congreso, por lo que en seis meses se decidirá.
Por el momento, la decisión no
implica que los jóvenes llamados dreamers deban regresar mañana a sus países de
origen, sino que en seis meses –si el Congreso no ha resuelto su estatus legal–
podrían ser detenidos y deportados por la patrulla fronteriza, afirmaron Tomás
Milton Muñoz Bravo y Ernesto Josué Padilla Villamour, académicos de la Facultad
de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.
Los investigadores dijeron que
las acciones de Trump no van encaminadas a solucionar el problema, sino a
pasarlo al Congreso de Estados Unidos para que se pronuncie sobre el asunto,
que implicaría una deportación masiva.
El anuncio que realizará hoy
martes Donald Trump sobre el final del DACA va más encaminado a un fin político
que a tratar de solucionar el estatus legal de los jóvenes migrantes que llevan
años viviendo en la Unión Americana, coincidieron los especialistas.
Para Trump lo importante es
decirle al electorado que el programa concluye, aunque en realidad lo que está
haciendo es turnarle la responsabilidad al Congreso. Además, el próximo año se
renueva un tercio de los integrantes del Senado y de toda la Cámara de
Representantes, por lo que el presidente estadounidense está enviando mensajes
a los futuros electores, consideró Muñoz Bravo.
“El riesgo es que en los
últimos 12 años ninguna iniciativa referente a la migración ha sido aprobada en
ambas cámaras, así que la situación es difícil: si al término de este plazo no
hay una iniciativa ratificada y publicada por el gobierno federal
estadounidense, habrá deportaciones y enfrentarán un drama 780 mil beneficiados
con este programa, de los cuales más de 600 mil son mexicanos”, remarcó.
A su vez, Padilla Villamour
señaló que la polarización en el Congreso del país vecino y la proximidad de
las elecciones podría llevar a discusiones interminables que no llegarán a una
solución.
Muñoz Bravo enfatizó que
Estados Unidos cuenta con una base de datos de los “soñadores” y de sus
familias, lo que los coloca en una situación de mayor vulnerabilidad.
Una posible solución es que se
retomen algunas iniciativas que al respecto ya se han discutido “y están
durmiendo el sueño de los justos en alguna de las dos cámaras. Sería la única
forma para salvar de esta pesadilla a los dreamers después de estos seis meses”,
consideró.
En tanto, Padilla Villamour
expuso que en todo este proceso no se debe olvidar la influencia de empresarios
que se han pronunciado en favor de estos jóvenes, pues son una importante
fuerza laboral en la Unión Americana.
Si se hace un mapa de dónde se
ubican, se podrá notar que son entidades en donde el voto latino ha sido
importante, por lo que la iniciativa de Trump implica una estrategia para
tratar de frenar esos enclaves estratégicamente dominados por los demócratas.
Sin embargo, Muñoz Bravo
recordó que al menos 10 gobernadores en Estados Unidos ya se habían pronunciado
anteriormente por la finalización del DACA.
El posible regreso
Aunque algunas instituciones
de educación superior como la UNAM o la Universidad Iberoamericana han ofrecido
apoyo para los “soñadores”, esto no significa que podrán ingresar
automáticamente.
La SEP refiere que la cifra de
quienes necesitarían revalidar estudios en México es de entre 20 mil y 40 mil,
pero no hay un número exacto para hacer un estimado real, especificaron los
académicos.
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