La primera edición de la
obra de Sor Juana Inés de la Cruz, con la redondilla que “Arguye de
inconsecuentes el gusto, y la censura de los hombres que en las mujeres acusan
lo que causan”; un incunable de la “Divina Comedia”, de Dante Alighieri, así
como textos que pertenecieron a Carlos de Sigüenza y Góngora, son presentados
al público por primera vez.
Los manuscritos son
exhibidos con motivo de los festejos por el 150 aniversario de la Biblioteca
Nacional de México (BNM) y los 50 años de la fundación del Instituto de
Investigaciones Bibliográficas (IIB) de la UNAM, en la muestra “Tradición de tinta
en la Biblioteca Nacional. Historia del libro en México”, inaugurada en el
vestíbulo del recinto, ubicado en la zona cultural de Ciudad Universitaria.
Se presentan 27 de las joyas
literarias que conserva la Universidad Nacional y que fueron clave en la
conservación del saber a lo largo de los siglos.
En la inauguración, Pablo
Mora Pérez-Tejada, director del IIB, comentó que la apertura de la muestra da
inicio formal a los festejos. “La muestra exhibe los tesoros que la BNM con el
fin de trazar un recorrido por los grandes momentos de nuestra cultura
bibliográfica y apreciar la perfección técnica y bibliográfica del libro
mexicano”.
Este año, las celebraciones
incluyen tres exposiciones que muestran legajos del siglo XVI al XXI, y
abarcarán la historia de tinta o del libro en México, informó el especialista
en literatura hispanoamericana.
La primera contempla de los
siglos XVI al XVIII y revela cómo la cultura del libro en el país alcanzó
temprano su plenitud. “Ahora nos corresponde honrar estos siglos de esplendor
literario por otros tantos siglos más”, subrayó.
En su oportunidad, el
profesor emérito de la UNAM, José Pascual Buxó, indicó que la Biblioteca y el
Instituto resguardan los textos y permiten interesar a las nuevas generaciones
en los anales intelectuales del continente y una cultura que surge en un tiempo
crucial que implicó la unión de las historias indígena y castellana.
Ambas entidades son
fundamentales para mantener el patrimonio bibliográfico y documental, y el
interés en el estudio de nuestra historia intelectual en sus más diversos
aspectos, abundó el miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
Adicional a la exposición,
se realizó una mesa redonda con el mismo nombre, donde los curadores de la
muestra, encabezados por el investigador César Manrique Figueroa, explicaron el
por qué fue seleccionado cada uno de los títulos.
Otras obras que se pueden
apreciar de forma permanente en el vestíbulo de la BNM y que el público podrá
ver por primera vez son el Diccionario bibliographico alfabetico (1753), de
Antonio de la Rosa; los Cantares mexicanos, de 1628, que son un manuscrito
misceláneo, en su mayoría en lengua náhuatl; la Bibliotheca Mexicana (1755) y
las Tristes ayes de la águila mexicana (1760), entre otros.
“Tradición de tinta en la
Biblioteca Nacional. Historia del libro en México”, estará disponible en el
vestíbulo de la BNM hasta el próximo 30 de junio. El 1 de agosto serán
inauguradas las otras dos exposiciones, correspondientes a los siglos XIX, una
de ellas, y XX y XXI la otra, y podrán ser visitadas hasta el 8 de diciembre.
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