martes, 1 de septiembre de 2015

#TEXTUAL-es


Cifras alegres
Más allá de las cifras alegres que da el Gobierno Federal en materia educativa, la realidad queda como testimonio fiel de los que se vive en las escuelas y las condiciones en que desarrollan su actividad académica alumnos y profesores.
Hechos son amores y no buenas razones, decían las abuelas. Así en educación pública, lo medible y cuantificable son los resultados.
Y hay que resaltar que en los últimos años la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha sido ocupada por políticos, ocupados más en sus carreras políticas, con miras a la Presidencia de la República, o bien, intereses de grupo o personales, pero: ¿por la educación quién trabaja?
Está claro que la SEP le hace falta un líder académico, un hombre comprometido con la enseñanza y la educación pública. También es obvio que una evaluación al magisterio no mejora la calidad de la enseñanza, ésta debe ir acompañada de acciones y principalmente un proyecto, un objetivo claro y definido.
Aprender para qué, es la pregunta que se hacen los estudiantes que logran ingresar a la educación pública, cuya cobertura es limitada en los niveles media superior y superior.
En las últimas dos décadas el Instituto Politécnico Nacional (IPN) redujo en más de siete mil lugares su matrícula de nuevo ingreso a nivel medio superior; de acuerdo con las estadísticas de la Comisión Metropolitana de Instituciones Púbicas de Educación Media Superior (COMIPEMS) al realizarse por primera vez el llamado “examen único” en 1996, el IPN tuvo asignados 26,590 estudiantes, con una demanda de 39, 242, para el sistema escolarizado. Este año el Politécnico tuvo una demanda de 45,412 aspirantes pero sólo tuvo asignados a 19,068 estudiantes. Lo anterior revela el crecimiento de la demanda, pero una drástica reducción en la oferta, de más de siete mil lugares.
Además en materia de calidad hay que recordar que la SEP presentó recientemente los resultados de la prueba PLANEA, aplicada a los alumnos que concluyeron el nivel medio superior. El panorama es complicado, la mitad que terminó el bachillerato se quedó en el nivel I de matemáticas: sólo saben multiplicar o sumar con números enteros y 43.3% es incapaz de comprender información implícita en un texto.
Hay que empezar a considerar que se trate de un “fraude educativo”, al tener jóvenes con certificado en mano, pero que carecen del conocimiento necesario.
Textualmente hay que decirlo: México requiere en la SEP  de mujeres y hombres comprometidos con la enseñanza pública, un político más que esté en la búsqueda de la Presidencia de la República, se necesita un trabajo por la educación.

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