Maestro
de esperanza
El maestro tiene la
responsabilidad de no transmitir desesperanza a jóvenes, expresó el rector de la
UNAM, José Narro Robles, el Día del Maestro, pero para que los jóvenes salgan
adelante también es necesaria la participación de todos los actores de las
instituciones educativas que deben motivar, estimular, crear sentido de
pertenencia, y no ser agentes que desmoralicen al estudiante con trabas y
barreras.
Hay que decirlo, de por sí
el acceso a la educación media superior y superior es tormentoso, ya que la
mayoría que desea ingresar a la Universidad Nacional no logra su objetivo, pero
quienes sí lo obtuvieron al egresar enfrentan un mercado laboral cerrado, donde
hay pocas oportunidades para ellos.
Y “en plena sociedad del
conocimiento, paradójicamente vivimos una era que podría llamarse de la
desesperanza. Hay mucha incertidumbre sobre el futuro, la economía, la
seguridad laboral y social, y los jóvenes pueden ser afectados por esta
condición. Por ello, los maestros y maestras tienen la responsabilidad de no
transmitir desesperanza a sus alumnos”, estableció el rector Narro Robles.
Un elemento más a la
compleja vocación del maestro, que debe motivar a sus alumnos, despertar en
ellos el deseo no sólo de aprender lo ya existente, sino de apropiarse del
conocimiento y crear uno nuevo que cambie una realidad lacerante para la
sociedad.
Agregó que conviene que los
docentes les inyecten optimismo derivado del saber que las cosas pueden
modificarse, que el cambio es responsabilidad, en parte, de las nuevas
generaciones y que para ello una buena preparación profesional es
indispensable.
Hay que recordar que cifras
del 2014 retratan la realidad, toda vez que el jefe de la oficina de egresados
de la rectoría general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Édgar
Suárez, apuntó que la tasa de desempleo es de 14.5 por ciento entre los jóvenes
egresados de instituciones de educación superior, mientras la tasa general es
de 5.1 por ciento de la población económicamente activa.
Es terrible para los jóvenes
y para la nación que a pesar de que crece el número de profesionistas no se
logré un el incremento económico como país, lo que indica que algo se hace mal.
Mientras el desempleo
aumenta y la calidad de los trabajos se deteriora, los jóvenes podrían caer la
desesperanza.
Textualmente
hay que decirlo: Los jóvenes universitarios se encuentran
desempleados, subempleados, con salarios injustos, y frente a la exclusión, marginación
y delincuencia, por lo que urge corregir el rumbo de la nación, con un maestro
que siempre conocimiento y esperanza, en sociedad con instituciones de educación
que motiven y faciliten el tránsito de los jóvenes por sus aulas.
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