En los primeros días de mayo
próximo, podríamos contar con los dos primeros geoparques mundiales en México
reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO): el denominado Comarca Minera, en Hidalgo, y el
de la Mixteca Alta, en Oaxaca.
Ello ocurrirá luego de que
el Consejo de la Red Mundial de Geoparques de ese organismo internacional
emitió una recomendación favorable para que el Consejo Ejecutivo otorgue su
aprobación final y la declaratoria.
Así, ambos proyectos
asesorados, impulsados y coordinados por los institutos de Geofísica (IGf) y
Geografía (IGg) de la UNAM, respectivamente, se sumarían a la lista de
Geoparques Mundiales del Programa Internacional de Ciencias de la Tierra y Geoparques
(PICGG), que incluye 120 sitios distribuidos en 32 países, y se constituirían
como el tercero y cuarto en la región, donde sólo hay dos más: en Brasil y
Uruguay.
José Luis Palacio Prieto,
exdirector e investigador del IGg, destacó que a pesar de ser la primera vez
que México participa en esta evaluación, es un éxito que los dos proyectos
sometidos hayan sido dictaminados favorablemente. “Con esto nos ponemos a la
vanguardia en América Latina”.
Además, resaltó Carles Canet
Miquel, secretario académico del IGf, se presentaron muchas solicitudes, de las
cuales sólo 18 recibieron una evaluación in situ. De esas, sólo 10 fueron
aprobadas: cuatro de China, dos de México y una de Irán, Corea del Sur, Francia
y España.
Riqueza geológica, natural y
cultural.
Los geoparques son una
iniciativa reciente en el mundo, resaltó Palacio Prieto. Iniciaron a finales
del siglo pasado y se formalizaron con la creación de la primera red en Europa,
en el año 2000, con sólo cuatro integrantes: en España, Francia, Alemania y
Grecia. Su objetivo es promover y dar a conocer el patrimonio geológico y su
importancia, y al mismo tiempo, su relación con la sociedad. Hoy, tan sólo en
el viejo continente existen 69 geoparques en 23 países.
En 2004 se creó una red
global y a partir de 2015 esta iniciativa, que ya era auspiciada por la UNESCO,
se formalizó en el PICGG, recordó el geógrafo.
Para obtener el
reconocimiento de la Organización es necesario recorrer un camino largo, que incluye
la elaboración de un expediente que presente las características geológicas,
culturales y de biodiversidad del sitio. “La geología juega un papel
importante, pero también los aspectos históricos y de patrimonio intangible,
cultural”.
En colaboración con
autoridades municipales y estatales, la Comarca Minera y la Mixteca Alta fueron
sometidas a evaluación en noviembre de 2015. Luego de pasar ese primer
“filtro”, se avanzó a la etapa de visita de expertos internacionales, en junio
de 2016 en Hidalgo, y en julio en Oaxaca.
Los especialistas hicieron
una evaluación extensa que incluyó entrevistas con los actores involucrados, y
elaboraron un informe que fue sometido al Consejo de la Red Mundial de
Geoparques.
De ese modo, en septiembre
pasado, en Torquay, Reino Unido, se hizo una evaluación completa de los dos
sitios y se emitió una recomendación al Consejo Ejecutivo de la UNESCO, que
deberá ratificar la decisión técnica dentro de pocos meses.
De ratificarse la
recomendación, la nominación como “geoparque mundial” de la UNESCO tendrá
vigencia por cuatro años, tiempo en el cual se deberán consolidar los proyectos
para mantenerse dentro de la red global, aclaró Palacio Prieto.
Llegar a este punto es
resultado de un trabajo que no se puede improvisar, de una labor fuerte con las
comunidades, de un background académico sólido y un conocimiento de las
ciencias de la Tierra, resaltó Canet.
Ahora, expresó, esperamos la
declaratoria, pero el solo hecho de recibir evaluaciones positivas ha sido
alentador para nuestros institutos y las comunidades en Hidalgo y Oaxaca,
ejidatarios, autoridades y toda la gente que ha puesto sus expectativas y
esperanzas en los geoparques.
La Mixteca Alta, refirió
Palacio Prieto, se ubica en una de las zonas más complejas del país desde el
punto de vista geológico, con una geodiversidad muy amplia, en una entidad de
las más biodiversas de un país megadiverso, y con una cultura riquísima y un
conocimiento tradicional de por lo menos cuatro milenios.
En tanto, refirió Canet
Miquel, la Comarca Minera incluye al que fue el “Distrito Pachuca-Real del
Monte”, que durante 400 años fue el más importante del mundo en la producción
de plata, “al grado que el seis por ciento de ese metal producido en el planeta
procede de esas minas, cantidad extraordinaria que constituye un rasgo
geológico único”. La vocación del parque geológico es mostrar este tipo de
fenómenos.
Los geoparques son una
estrategia de desarrollo basada en el patrimonio geológico, que contribuye al
crecimiento de la economía local y al impulso de la ciencia y la educación; en
este caso, para nueve municipios oaxaqueños e igual número de hidalguenses.
En México, sostuvo José Luis
Palacio, “casi donde volteemos tenemos riqueza geológica relacionada con la
biológica y la cultural, lo que permite pensar que estos proyectos tienen
amplias perspectivas en entidades como Baja California, Baja California Sur,
Chiapas, Michoacán, San Luis Potosí, Coahuila o Yucatán”.
Por ello, “debe
existir un comité nacional de geopatrimonio, y ahí la UNAM debe tener un papel
fundamental; así se evitará el crecimiento inadecuado de geoparques”. Asimismo,
esta casa de estudios debe ser pilar en la creación y consolidación de una red
latinoamericana de esos sitios, concluyó Canet Miquel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario