Esperanza
en la educación
La educación es lo único que
dejamos a los hijos, establece la tradición de las familias mexicanas, que en
su mayoría con mucho esfuerzo busca que sus nuevas generaciones tengan acceso a
las instituciones de enseñanza, bajo la premisa de que la universidad es el
instrumento de capilaridad social.
Y al igual que los padres,
los jóvenes que tienen acceso al nivel superior de enseñanza en México, están
en el entendido que grados de licenciatura, maestría o posgrados les dará
acceso a mejores condiciones de vida, por lo que muchos invierten tiempo y
dinero en prepararse cada vez mejor.
A pesar de la contracción
económica y el panorama adversó, quienes tienen la oportunidad de estar dentro
de una Institución de Educación Superior, ya sea pública o privada, tratan de
aprovechar al máximo esa oportunidad, más en un país donde más de siete millones
de jóvenes entre los 19 y los 24 años de edad carece de acceso a una educación de
calidad y un empleo formal con un salario digno.
Como en la mayor parte del
mundo los jóvenes en México mantienen alta expectativa de lo que lograrán una
vez que concluyan sus estudios de nivel superior.
De acuerdo con el Índice de
confianza de estudiantes 2015, elaborado por Laureate International
Universities y Zogby Analytics, en 22 países, presentado por el Centro de
Opinión Pública de la Universidad del Valle de México (UVM), los jóvenes de esa
casa de estudios estima, en un 83 % que el graduarse le permitirá tener un
mejor trabajo, lo que representa cuatro puntos porcentuales de la media en el
mundo.
Así, aún en un entorno de
turbulencia y crecientes tensiones políticas a nivel global, los jóvenes del
mundo y de México se muestran optimistas respecto de los beneficios que en el
largo plazo les ofrece la educación superior y que se traducen en un futuro promisorio,
Este índice que considera
las opiniones de 23,313 estudiantes en 4
continentes, arroja noticias esperanzadoras sobre la confianza y expectativas
que los jóvenes universitarios del mundo y de México tienen en la educación
superior de sus países.
Para lograr este Índice de
confianza de estudiantes 2015, fueron entrevistados alumnos de 43 instituciones
de Laureate y 4,058 estudiantes de otras instituciones en Brasil (506), China
(504), México (507), Estados Unidos (404), España (400), Perú (408), Francia
(401), Chile (510) y Turquía (418). Fue realizada en América del Norte, Europa,
América Central, América del Sur, África y Australia.
Entre los hallazgos más
relevantes indican que tener un mejor trabajo es el detonante más importante
que lleva a un joven a estudiar un programa de educación superior (83% en
México y 79% en el mundo). El segundo lugar lo ocupa el gozar de una mejor
educación en general, seguido por la posibilidad de comprender mejor al mundo.
Textualmente
hay que decirlo: En México, hay un nivel de confianza mayor
al 66 % de que el estudiar les dará un nivel de vida diferente al que enfrentan
ahora. Esta ilusión y ganas de salir adelante pueden cambiar el rumbo del país,
en caso de los que los políticos no echen todo a perder.
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