sábado, 6 de junio de 2015

“Miradas ineludibles” al Popocatépetl




A través de la fotografía, los habitantes de las comunidades cercanas a las laderas del volcán Popocatépetl “se apropiaron” de los ex conventos del siglo XVI ubicados en sus localidades, en un ejercicio de resignificación sociohistórica, a propósito del 20 aniversario de la declaratoria de la UNESCO de este conjunto conventual como Patrimonio Mundial.
Miradas ineludibles. Imágenes históricas desde la actualidad del Patrimonio Mundial: los primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl es el título de la exposición integrada por 300 imágenes, que estará abierta al público del 8 al 30 de junio, en el Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, en Oaxtepec, Morelos.
Los conjuntos conventuales, edificados por las órdenes dominicas, agustinas y franciscanas —de los cuales 11 están en Morelos y tres en Puebla—,  fueron inscritos por la UNESCO en el listado internacional en 1994, por constituir un testimonio del patrón arquitectónico creado para la evangelización de un extenso territorio, cuya característica principal era el uso grandes atrios, espacios abiertos que en las construcciones religiosas de Europa no existían.
Organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través del Centro INAH Morelos, la muestra visual que conmemora los 20 años de este reconocimiento es resultado del trabajo de 14 talleres de fotografía impartidos en el mismo número de abadías, cuya iniciativa “nació de la inquietud de laborar con la gente que vive en los lugares donde se encuentran estas edificaciones históricas, por ser quienes tienen una relación cotidiana con ellas”, informó Frida Mateos González, coordinadora del proyecto.
¿Cómo construir un foro donde realmente se pudieran expresar los habitantes de estas comunidades? La respuesta fueron los talleres de fotografía impartidos por un grupo interdisciplinario de trabajo integrado por la antropóloga Alicia Viesca, los fotógrafos Rafael Ortega y Viviana López, y Frida Mateos.
Desde mediados del año pasado, este proyecto inició en los conjuntos conventuales ubicados en Cuernavaca, Tepoztlán, Totolapan, Tlayacapan, Atlatlahucan, Oaxtepec, Yecapixtla, Ocuituco, Tetela del Volcán, Hueyapan y Zacualpan de Amilpas, en Morelos; Calpan, Tochimilco y Huejotzingo, en Puebla, donde se integraron grupos con los que se trabajó dos días a la semana.
“El resultado fueron 38 mil imágenes, de las cuales se hizo una selección para esta exposición, cuyo título, Miradas ineludibles, invita a no hacernos a un lado. Hay que hacer muchas otras ‘miradas’ en estos lugares, los cuales necesitan atención, y trabajar en conjunto para mantener los ex monasterios”, explicó Frida Mateos.
La idea de los talleres era romper los paradigmas mentales que se construyen respecto a trabajar con las comunidades, por lo que se buscó una colaboración más horizontal, que les enseñó, por ejemplo, que algunas de las personas participantes ni siquiera habían recorrido completo su ex convento, detalló.
Para la selección de las fotos, se decidió que todos los participantes tuvieran por lo menos una imagen en la muestra. Aunque hubo 254 participantes, algunos destacaron por abordar temas que la mayoría no tocaba, de ellos se optó por incluir una toma más.
La exposición se compone de un sinnúmero de imágenes que no tienen que ver necesariamente con la arquitectura; las hay de telarañas, de techos, del paso del tiempo en las edificaciones, de todo lo que hay en esos lugares, y más allá de hacer un juicio sobre la calidad estética de las fotos, los organizadores prefirieron incluir esas miradas.
La mayor parte de las vistas son a color, sólo hay dos en blanco y negro; todas fueron captadas con cámaras digitales portátiles, aunque todos los talleristas practicaron con aparatos profesionales proporcionados por los fotógrafos que impartieron el curso.
“La gente aquilató que se abriera un foro para expresarse de manera artística. Más allá de la celebración del aniversario de la declaratoria, concluimos que las expresiones artísticas deben acompañar el desarrollo de los pueblos, de las sociedades”, finalizó Frida Mateos González.
Tras su paso por Oaxtepec, la muestra visual recorrerá a partir de julio las poblaciones morelenses de Zacualpan de Amilpas, Hueyapan, Tetela del Volcán y Ocuituco, y de ahí a  las comunidades poblanas de Calpan, Tochimilco y Huejotzingo.

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