Gran respuesta de los
mexicanos para la exposición de obras de Miguel Ángel y Leonardo Da Vinci, que
por primera vez en la historia de este país se exhiben en el Palacio de Bella
Artes.
Como parte de la colaboración
con la Biblioteca Real de Turín y Associazione Culturale MetaMorfosi, se presenta
la muestra “Leonardo Da Vinci y la idea de belleza”, proyecto que permite
contemplar por primera vez en México el Códice sobre el vuelo de las aves, en
conjunto con una selección de dibujos que exploran la relación que, para
Leonardo, existía entre belleza y naturaleza.
Simultáneamente está la
muestra “Miguel Ángel Buonarroti. Un artista entre dos mundos”, exposición que
reúne obras originales del artista florentino, así como piezas de artistas
influenciados por el arte miguelangelesco. El objetivo principal de la muestra
es presentar la trayectoria del artista mediante dibujos, óleos, documentos y
esculturas, que permiten apreciar la participación de Miguel Ángel en la
renovación de los procesos artísticos y arquitectónicos del arte renacentista
del Cinquecento, al tiempo de revelar su influencia artística en la historia
del arte de la Nueva España.
Destacan las obras el
David-Apollo (1532-1534), escultura en mármol de 1.47 m.; el Cristo Portacroce
(Cristo Giustiniani) de 1514 – 1516, obra en mármol de 2.50 m., que se presenta
por primera vez fuera de Italia; dibujos y bocetos originales que sirvieron
como preparación para las pinturas de la bóveda de la Capilla Sixtina de entre
1508 y 1510; así como correspondencia del artista, entre otras piezas.
Y de los 26 autores que
acompañan la exposición están Rafael Sanzio, Giorgio Vasari, Giorgio Ghisi,
Daniel de Volterra, Andrés de Concha, Baltazar de Echave Orio, Leone Leoni,
Marcello Venusti, Bernal Díaz del Castillo, entre otros.
Leonardo tenía la idea de
que las formas de la naturaleza, incluyendo las especies animales, contenían la
justa proporción de la belleza. Para él, la belleza era el efecto visual de
proporciones armoniosas.
Las obras de Miguel Ángel
reposan en la Sala Nacional del Palacio de Bellas Artes para el disfrute de los
mexicanos, que desde muy temprano hacen largas filas para un recorrido de
alrededor de 30 minutos.
También están en exhibición los
únicos bocetos que existen, luego de que Michelangelo quemara el resto, de los
frescos del techo de la Capilla Sixtina.
Además se aprecia el Estudio
para el Juicio Universal, o Juicio Final, otra de las grandes obras de Miguel
Ángel, ubicada también en la Capilla Sixtina.
La obra representativa de la
muestra de Miguel Ángel en el Palacio de Bellas Artes es El Cristo Giustiniani.
Obra en mármol de dos metros y medio que se presenta por primera vez fuera de
Italia.
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