Mujeres que han tenido que
“picar piedra” para labrarse un sitio en la arqueología mexicana, otras más que
conspiraron en favor de la Independencia, así como diosas prehispánicas que
otorgaron los mejores dones a los seres humanos, son tema de reflexión dentro
de un ciclo de conferencias que pretende visibilizar y dar voz a lo femenino en
la historia del país.
El Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH), a través del Museo del Templo Mayor, conmemora
el Día Internacional de la Mujer con estas ponencias que se llevan a cabo los
viernes de marzo en el Auditorio Eduardo Matos Moctezuma, una oportunidad para
acercarse a pasajes de nuestro devenir que fueron y siguen definiéndose por el
ahínco, la valentía y la generosidad de las mujeres.
Doña Eulalia Guzmán es
considerada, por ejemplo, el “arquetipo” de las arqueólogas de la primera mitad
del siglo XX, quienes solían proceder de otras carreras, regularmente del
magisterio, y después incursionaban lo mismo en la arqueología que en la
historia, adquiriendo una visión integral.
Otra arqueóloga que se ha
distinguido por su compromiso con la formación de nuevas generaciones es
Beatriz Barba —la primera de origen mexicano en titularse—, quien ha sido
profesora por más de 60 años, además de aportar a la comprensión de sitios del
periodo Preclásico (1200-300 a.C.), como Tlapacoya, en la Cuenca de México.
Dedicada al estudio de la
Gran Chichimeca, Beatriz Braniff fue otra de las arqueólogas que brindó grandes
contribuciones al conocimiento de las civilizaciones del norte de México, y entender
un horizonte cultural distinto al que se conocía en Mesoamérica.
Quizás por el confinamiento
a las tareas de gabinete, algunas de las aportaciones más destacadas de las
mujeres a la arqueología mexicana han sido en el campo del análisis de materiales.
En ese sentido, Florencia Jacobs o Müller creó la primera ceramoteca del INAH,
un acervo indispensable para establecer cronologías relativas que permiten
inferir aspectos y relaciones entre las sociedades prehispánicas. Y así podría
citarse a muchas otras.
Por tercera ocasión el INAH
se suma a dicha celebración mundial, y para esta ocasión se decidió dar una
visión que va de lo prehispánico a lo contemporáneo, de figuras emblemáticas
como la independentista María Ignacia Rodríguez de Velasco, “La Güera
Rodríguez”, al papel de las mujeres mayas en la vida comunitaria indígena.
Paola Sosa Salazar, asesora
educativa del Museo del Templo Mayor, resalta que la intención de esta
actividad es poner en su justa dimensión e importancia las acciones de las
mujeres en la evolución de lo que hoy llamamos sociedad mexicana. Ejemplo de
ello fue “La Güera Rodríguez”, quien jugó un papel clave en la consumación del
movimiento insurgente.
El ciclo de conferencias “El
papel de la mujer y lo femenino en la historia de México” continuará el viernes
13 de marzo con el tema: Mayahuel, la diosa del maguey, y cerrará el día 27 con
el dedicado a las Mujeres y la vida ritual de las comunidades mayas actuales.
La cita es los viernes
de marzo, a las 16:00 horas, en el Auditorio “Eduardo Matos Moctezuma” del
Museo del Templo Mayor. Entrada libre.
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