sábado, 14 de junio de 2014

Muestran murales prehispánicos al interior de la gran pirámide de Cholula



Los bebedores, un mural que desde su descubrimiento en 1969 fue reconocido, pero había permanecido oculto, ya puede ser admirado por quienes visitan la Zona Arqueológica de Cholula, en Puebla, tras una iniciativa promovida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), institución que desde hace una década ha buscado la conservación integral de esta obra prehispánica.
A lo largo de 60 metros de longitud y una altura promedio de 2.50 metros, están representados 164 personajes; todos ellos participan de una celebración donde el pulque corre a manos llenas, “así que todos se encuentran en estado de embriaguez”, comenta Enrique Lozoya, quien guía a un pequeño grupo de personas por el interior de la Gran Pirámide, donde está plasmado el mural.
Lozoya es uno de los integrantes del equipo de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del INAH, que trabaja en este lugar. Él conoce al detalle a los personajes  —pues realizó el dibujo a escala de cada uno de ellos— y explica las cualidades estéticas de este mural realizado hace mil 800 años.
El mural, ubicado en un nivel inferior de la Plaza de los Altares, en la antigüedad (200 d.C.) era la fachada de uno de los edificios de la ciudad, así que estaba a plena vista. Siglo y medio después, estas escenas fueron cubiertas con una etapa constructiva a la que se decoró con diseños más geométricos, tal es el caso de Barras y estrellas, otro de los murales que pueden apreciarse.
Para Valerie Magar, titular de la CNCPC, la difusión de los murales mediante visitas controladas es parte fundamental de la labor de la coordinación a su cargo. Estos recorridos se llevan a cabo durante las temporadas en que los restauradores trabajan en el sitio, de modo que —en esta ocasión— los interesados tienen la oportunidad de conocerlos hasta la primera semana de julio de 2014.

(Información y fotos INAH)

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