Fue el más concurrido en la
capital, desde el siglo XVIII hasta las primeras décadas del XX; trajineras
cargadas de azúcar, maíz, legumbres, flores y otros productos ingresaban para
ser vendidos en la urbe.
Los primeros rayos del sol
marcaban alumbraban las mañanas en el Canal de Santa Anita que era el cotidiano
tránsito de trajineras cargadas de azúcar, maíz, legumbres, flores y otros
productos que ingresaban para ser vendidos en la ciudad de México.
A las orillas de las
polvosas calles transitaban carruajes jalados por caballos, flanqueados por
largas hileras de árboles, donde la gente arrojaba agua para apaciguar las
nubes de polvo.
El investigador Rafael Ruiz
Torres describió este panorama en la Fonoteca del INAH, al ofrecer la
conferencia La Música en el Paseo de Santa Anita, dentro del Seminario
Antropología, Historia, Conservación y Documentación de la Música en México,
creado por Marina Alonso Bolaños en 2007, hoy coordinado por Benjamín
Muratalla, subdirector de la Fonoteca del INAH, de la Coordinación Nacional de
Difusión.
(Información e imagen
INAH)
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