Actualmente se registran más
temblores que hace 20 años porque hay más estaciones de registro que detectan
sismos que antes hubieran pasado inadvertidos, explicó el doctor Francisco
Sánchez Sesma, Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1994 y miembro de la
Academia Mexicana de Ciencias.
A partir de los resultados
se podrá caracterizar mejor el peligro sísmico y optimar los diseños
estructurales de las edificaciones e infraestructura que se construya en sitios
con alta sismicidad, como es el caso del Valle de México, dijo.
Apuntó que la vulnerabilidad
de las edificaciones en la Ciudad de México es un tema de gran relevancia,
debido a las condiciones particulares del subsuelo y su cercanía a fuentes
sísmicas importantes
Con datos de 25 años de
temblores, investigadores mexicanos buscan construir un modelo predictivo que
tomará en cuenta las diferentes capas de sedimentos del subsuelo y las
velocidades de las ondas superficiales de los sismos que se han registrado en
el Valle de México. Lo que pretenden los expertos es tener un conocimiento más
detallado de la configuración del suelo de la ciudad y su probable
comportamiento ante eventos sísmicos.
De acuerdo con Francisco
Sánchez Sesma, investigador del Instituto de Ingeniería de la Universidad
Nacional Autónoma de México, “se podrán estimar con mayor certeza las
aceleraciones a las que estarán sometidas las estructuras” ante una excitación
dada. En esta investigación se hará uso de los registros de aceleración en la
Red Acelerométrica de la Ciudad de México (RACM) de los últimos 25 años:
“Si bien esos registros se obtuvieron para
estimar las amplificaciones en las distintas zonas del Valle, se dejaron de
lado el concepto de propagación de las ondas y el tiempo absoluto”. Actualmente
la tecnología ya está disponible y la RACM cuenta desde hace dos años con una
base común de tiempo.
(información Academia
Mexicana de Ciencias-Foto: Elizabeth Ruiz Jaimes/AMC)
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