La UNAM cuenta con una nueva
herramienta para la exploración y estudio del cosmos. Se trata del proyecto
Deca-Degree Optical Transient Imager (DDOTI), un arreglo de telescopios que
permitirá localizar con alta precisión el lugar en donde suceden los fenómenos
más energéticos del Universo.
Instalado en el Observatorio
Astronómico Nacional de San Pedro Mártir (OAN-SPM), Baja California, el equipo
forma parte de una colaboración entre México, Estados Unidos y Francia, que
busca modernizar la infraestructura del sitio privilegiado para el estudio del
cosmos, explicó Jesús González González, director del Instituto de Astronomía.
Alan Watson Forster, William
Lee Alardín y Yilen Gómez Maqueo, investigadores del IA, presentaron la imagen
de la primera luz captada con el equipo, la cual muestra a detalle algunas de
las galaxias que conforman el Cúmulo de Virgo, una región del Universo que
contiene alrededor de mil 500 galaxias.
“DDOTI es un equipo poco
convencional: por el momento tiene dos telescopios que están apuntados a áreas
ligeramente distintas en el cielo para abarcar el doble del área en cada una de
las observaciones”, explicó Watson Forster.
Diseñado para albergar seis
telescopios, cuatro de los cuales llegarán en la segunda mitad de 2017 y serán
enviados por la NASA, DDOTI ya se encuentra en operación para estudiar las
emisiones más energéticas del Universo, como son los rayos gamma, supernovas y
ondas gravitacionales.
Cuando esté completo tendrá
un campo de visión 120 veces más grande que el tamaño de la Luna, ideal para
localizar con exactitud el sitio en donde se genera este tipo de fenómenos
astrofísicos, precisó.
Cabe destacar que DDOTI es
un arreglo de telescopios ópticos, es decir, que capta la luz visible, pero
tendrá la capacidad de responder de forma rápida y automatizada a las alertas
enviadas por los satélites Fermi y Swift de la NASA para encontrar la
contraparte en luz visible de los estallidos de rayos gamma provocados por la
explosión de una supernova, explicó.
William Lee añadió que una
de las mayores aportaciones que se esperan de DDOTI es la búsqueda de rastros
de fenómenos astronómicos (como fusiones de agujeros negros) que causan las
ondas gravitacionales, que son olas de espacio-tiempo que se propagan a la
velocidad de la luz y que fueron detectadas por primera ocasión con el
experimento LIGO, en Estados Unidos.
Sin embargo, aunque con este
equipo se conoce la región del cielo de la que proceden las ondas, ubicar la
fuente original es un trabajo muy arduo.
“Uno esperaría que la
mayoría de estas fuentes, no sabemos si todas, a la vez que producen esta
emisión de ondas gravitacionales, también produzcan luz visible, que de igual
manera se pueda observar con telescopios convencionales”, expuso.
Finalmente, Gómez Maqueo
indicó que otro de las tareas de DDOTI es la búsqueda de exoplanetas del tamaño
de Júpiter, o más grandes, que orbitan otras estrellas.
La astrónoma recordó que
pese a que se han detectado más de dos mil objetos de este tipo en la Vía
Láctea, sólo unos cientos podrían tener características únicas que es necesario
estudiar.
“Todavía tenemos que
explorar cómo se formaron, cómo llegaron tan cerca de su estrella y, además,
explicar cómo es que tienen tamaños tan variados”, dijo.
Aunque en este momento DDOTI
ya se encuentra en operación, se espera que el arreglo de seis telescopios esté
listo a inicios de 2018, concluyó Watson Forster.
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