En el corazón de México más
de 16 millones de visitantes transitaron desde hace 27 años. El Museo del
Templo Mayor es de los más visitados en el país, el cual abrió sus puertas el
12 de octubre de 1987, tras el hallazgo del monolito de Coyolxauhqui.
De acuerdo con informes
oficiales ha recibido, desde su apertura, más de 16 millones de visitantes,
luego del gran hallazgo del monolito de la diosa Coyolxauhqui en 1978 que dio
pie al Proyecto Templo Mayor, el cual ha arrojado hasta la fecha la
recuperación de más de 150 ofrendas y decenas de miles de objetos prehispánicos
en resguardo de este recinto que cumple 27 años y se ha convertido en el tercer
museo más visitado del INAH.
El Museo establece un
diálogo con los vestigios arqueológicos del Recinto Sagrado de
México-Tenochtitlan. El espacio museístico se divide en ocho salas, orientadas
igual que el Templo Mayor: cuatro del lado sur, dedicadas a
Huitzilopochtli y a la guerra, y las
restantes a Tláloc, dios de la lluvia, así como a la agricultura y la
explotación de los recursos naturales. Actualmente exhibe unas 7 mil piezas,
entre ellas los dos monolitos más relevantes encontrados en este espacio: la
Coyolxauhqui y la Tlaltecuhtli.
Y es que el proyecto se ha
caminado de la mano del Proyecto Templo Mayor desde su origen, resguardando las
miles de piezas arqueológicas halladas en las diferentes temporadas de
excavación dirigidas inicialmente por el investigador emérito del INAH, Eduardo
Matos Moctezuma, y actualmente por el arqueólogo Leonardo López Luján.
También el Programa de
Arqueología Urbana, creado por Matos en 1991 y dirigido ahora por Raúl Barrera,
ha arrojado hallazgos de gran relevancia que han enriquecido la colección del
museo y han potenciado el conocimiento sobre la cultura mexica.
El arqueólogo Carlos
González, director del MTM (en la imagen) y quien participó en los trabajos
arqueológicos entre 1978 y 1982, comentó que a raíz de esas excavaciones se ha
hecho un trabajo de investigación muy extenso, como reporta la inmensa
bibliografía que hay al respecto.
“Conocemos varios aspectos de lo que fue el
Recinto Sagrado, sus dimensiones, sus etapas constructivas. Y a partir de los
objetos recuperados, se han generado varios estudios sobre los objetos de
concha, de piedra pulida, etcétera. Van surgiendo piezas, como de un gran
rompecabezas, que nos permiten conocer lo que fue México-Tenochtitlan”.
Adelantó que para finales
del año se prepara una exposición titulada 100 años del hallazgo del Templo
Mayor, con motivo del centenario del descubrimiento de los primeros vestigios
de este centro ceremonial mexica, que hiciera el arqueólogo y antropólogo
Manuel Gamio.
(Información y
fotografías INAH)
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