Se
pierde bono poblacional
Sí elevar el nivel educativo
incrementa el desarrollo económico del individuo y la nación, por qué en México
tenemos una enorme cantidad de profesionistas desempleados, subempleados y con
bajos salarios. Desde mi punto de vista, es resultado de un modelo de
desarrollo fallido.
México ocupa la cuarta
posición internacional en desempleo juvenil, toda vez que alrededor de una
cuarta parte de las personas de 15 a 29 años de edad está sin ocupación
laboral.
Y textualmente hay que
decirlo: se pierde el bono poblacional, como plataforma de desarrollo por la carencia
de políticas de Estado tendientes a fortalecer la calidad de la educación y
creación de empleos de calidad para los jóvenes.
En este espacio se dijo que en
México hay siete millones de jóvenes, en ese rango de edad que no tienen acceso
a la educación ni a un trabajo de calidad, justamente remunerado.
Y es que en reflexiones
anteriores sostuvimos la idea de que el crecimiento del país está ligado al
nivel educativo de la población, por lo que es una sinrazón no contar con
acciones serias y decididas en el sector, que ha padecido ocurrencias
sexenales, así como programas y planes alejados de la realidad que se vive en
las escuelas.
Estudios internacionales indican
que un año más de educación promedio en un país incrementa la tasa de
crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 0.6 por ciento; y un año
adicional de escolaridad en una persona incrementa su ingreso en 20.8 por
ciento de por vida, pero agregaría que ello se cumple sólo con un modelo de
desarrollo adecuado, porque en México no pasa así.
En la columna de la semana
pasada dimos cuenta, que de acuerdo con estudios de la Universidad Autónoma
Metropolitana (UAM), en México hay una enorme cantidad de profesionistas
desempleados, subempleados y con bajos salarios en amplias jornadas de trabajo,
que llegan hasta a las 18 horas por día.
Como se recordará en su
“Estudio sobre educación: La visión de los padres de familia”, el doctor
Bernardo González Aréchiga, rector institucional de la Universidad del Valle de
México (UVM), resaltó la interrelación de la educación y el crecimiento
económico de un país.
Asimismo, el beneficio
social e individual de la educación, y el nivel escolar con la movilidad
social.
La educación, dijo,
incrementa el capital inherente en la fuerza laboral y ello repercute en la
productividad, al citar la obra Education and Economic Grorth, por E. A.
Hanushek y L. Wöbmann.
Y la exposición es más
clara, cuando resalta que incrementar un año de escolaridad en la población
incrementa 0.58 % la tasa de crecimiento del país. Y al sumar el factor calidad
a la enseñanza el beneficio es mayor.
El efecto de la calidad en
la educación es un factor elemental en el crecimiento económico de la nación,
al grado de que incrementar un punto de desviación en la prueba PISA,
representa un crecimiento de 2.5 por ciento anual durante 40 años, en economías
abiertas.
Textualmente
hay que decirlo: El crecimiento económico de México en la
década pasada estuvo basado en el aumento del número de personas en edad de
trabajar, y del total sólo una pequeña proporción es por el incremento en la
productividad, al carecer de empleos de calidad que respondan al desarrollo de
la nación, para aprovechar a los profesionistas que egresan de las
instituciones de educación superior.
Adalberto Villasana: Premio
Nacional de Periodismo 2005, otorgado por
el Club de Periodistas de México, en la categoría de Divulgación de la
Educación, Ciencia y Tecnología.
Twitter: @Villasana10
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