lunes, 3 de marzo de 2014


Modelo equivocado

El gran motor de los cambios sociales es la educación de calidad, pero este gran esfuerzo individual y colectivo requiere de políticas de Estado que aprovechen el talento de los jóvenes; sin embargo en México, el modelo de desarrollo no corresponde y deja a millones de profesionistas sin empleo.
Así los jóvenes en México enfrentan una carrera de obstáculos, primero porque es complicado ingresar a una universidad pública, y los pocos que lo logran, al egresar carecen de oportunidades de empleo, y no hablemos de salarios justos.
Recientemente el rector de la UNAM, José Narro Robles señaló que ante la proliferación de servicios educativos privados, provenientes incluso de otras naciones y la llegada a nuestros países de actividades educativas en las que predominan criterios propios del mercado, es indispensable resistir y rechazar esa fórmula llena de equivocaciones, que sólo acentuaría nuestras dificultades si llegara a instalarse en la región latinoamericana.
Y es que muchos ven la educación como un negocio.
Es de recordarse que la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) advirtió que alrededor de 305 mil egresados de universidades en el país enfrentarán un escenario de desempleo durante esta década, ante una economía que no crece ni al ritmo adecuado ni en la dirección correcta.
Así, alrededor de 40 por ciento de los universitarios está desempleado o le cuesta mucho encontrar un trabajo, de acuerdo con el informe "Mercado laboral de profesionistas en México: diagnóstico 2000-2009 y prospectiva (2012-2015)" de la AUNIES.
Los trabajos con actividades altamente profesionalizadas bajaron de 69 a 61 puntos porcentuales, mientras que los empleos de mediana y nula calidad subieron de 19 a 24 puntos, y de 12 a 16, respectivamente, de acuerdo al estudio.
El desempleo, entre niveles educativos más altos es una constante, al considerarse que sólo cinco de cada 10 egresados de las universidades nacionales tienen un empleo
Cifras de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) apuntan que en México, "cada año 430 mil egresados del Sistema de Educación Superior buscan integrarse al mercado laboral", y lo anterior, asociado a la falta de empleos de calidad profesional genera que las mayores tasas de desocupación estén entre la población de niveles educativos más altos, así lo apunta el jefe de la oficina de egresados de la rectoría general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Édgar Suárez.
La tasa es de 14.5 por ciento entre los jóvenes egresados de instituciones de educación superior, mientras la tasa general es de 5.1 por ciento de la población económicamente activa.
Además sólo cinco de cada 10 egresados de las universidades nacionales tienen un empleo, y en el caso de la UAM la cifra aumenta a ocho de cada 10, en relación con su profesión.
Textualmente hay que decirlo: Un país que no genera las condiciones adecuadas para el desarrollo de sus jóvenes está condenado a la parálisis y la dependencia económica, con un pueblo sumido en la pobreza.

Adalberto Villasana: Premio Nacional de Periodismo 2005, otorgado por  el Club de Periodistas de México, en la categoría de Divulgación de la Educación, Ciencia y Tecnología.

Twitter: @Villasana10  

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