Modelo
equivocado
El gran motor de los cambios
sociales es la educación de calidad, pero este gran esfuerzo individual y
colectivo requiere de políticas de Estado que aprovechen el talento de los
jóvenes; sin embargo en México, el modelo de desarrollo no corresponde y deja a
millones de profesionistas sin empleo.
Así los jóvenes en México
enfrentan una carrera de obstáculos, primero porque es complicado ingresar a
una universidad pública, y los pocos que lo logran, al egresar carecen de
oportunidades de empleo, y no hablemos de salarios justos.
Recientemente el rector de
la UNAM, José Narro Robles señaló que ante la proliferación de servicios
educativos privados, provenientes incluso de otras naciones y la llegada a
nuestros países de actividades educativas en las que predominan criterios
propios del mercado, es indispensable resistir y rechazar esa fórmula llena de
equivocaciones, que sólo acentuaría nuestras dificultades si llegara a instalarse
en la región latinoamericana.
Y es que muchos ven la
educación como un negocio.
Es de recordarse que la
Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior
(ANUIES) advirtió que alrededor de 305 mil egresados de universidades en el
país enfrentarán un escenario de desempleo durante esta década, ante una
economía que no crece ni al ritmo adecuado ni en la dirección correcta.
Así, alrededor de 40 por
ciento de los universitarios está desempleado o le cuesta mucho encontrar un
trabajo, de acuerdo con el informe "Mercado laboral de profesionistas en
México: diagnóstico 2000-2009 y prospectiva (2012-2015)" de la AUNIES.
Los trabajos con actividades
altamente profesionalizadas bajaron de 69 a 61 puntos porcentuales, mientras
que los empleos de mediana y nula calidad subieron de 19 a 24 puntos, y de 12 a
16, respectivamente, de acuerdo al estudio.
El desempleo, entre niveles
educativos más altos es una constante, al considerarse que sólo cinco de cada
10 egresados de las universidades nacionales tienen un empleo
Cifras de la Universidad
Autónoma Metropolitana (UAM) apuntan que en México, "cada año 430 mil
egresados del Sistema de Educación Superior buscan integrarse al mercado
laboral", y lo anterior, asociado a la falta de empleos de calidad
profesional genera que las mayores tasas de desocupación estén entre la
población de niveles educativos más altos, así lo apunta el jefe de la oficina
de egresados de la rectoría general de la Universidad Autónoma Metropolitana
(UAM), Édgar Suárez.
La tasa es de 14.5 por
ciento entre los jóvenes egresados de instituciones de educación superior,
mientras la tasa general es de 5.1 por ciento de la población económicamente
activa.
Además sólo cinco de cada 10
egresados de las universidades nacionales tienen un empleo, y en el caso de la
UAM la cifra aumenta a ocho de cada 10, en relación con su profesión.
Textualmente
hay que decirlo: Un país que no genera las condiciones
adecuadas para el desarrollo de sus jóvenes está condenado a la parálisis y la
dependencia económica, con un pueblo sumido en la pobreza.
Adalberto Villasana: Premio
Nacional de Periodismo 2005, otorgado por
el Club de Periodistas de México, en la categoría de Divulgación de la
Educación, Ciencia y Tecnología.
Twitter:
@Villasana10
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