Ahora se sabe, gracias a los
resultados de los estudios en neurogénesis, que las neuronas y sus conexiones
sí se regeneran, explicó Raúl Paredes, director del Instituto de Neurobiología
de la UNAM, unidad Juriquilla.
Los humanos “empleamos el
cerebro para estudiar al cerebro”, dijo, al referirse al futuro de las
neurociencias en el Congreso Ciencia y Humanismo Centro, organizado por la
Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Permaneció durante mucho
tiempo el dogma de que los seres humanos nacían con un cierto número de
neuronas y que en el transcurso de la vida éstas se morían; también se pensaba
que con su pérdida se disminuían las capacidades, ahora sabemos claramente que
no es así, gracias al descubrimiento de la neurogénesis.
El doctor Raúl Paredes
Guerrero, director del Instituto de Neurobiología de la UNAM, campus
Juriquilla, en Querétaro, citó que Ramón y Cajal a finales de los años 20 del
siglo pasado, postulaba que las conexiones neuronales en los adultos se fijaban
y eran inmutables, que morían y nada podía ser regenerado. Ahora conocemos,
dijo el científico, que hay una continua generación de neuronas aún en los
adultos, pero lo interesante de esto es tratar de entender cómo se llegó a este
conocimiento.
“La clave es una pequeña ave
conocida como Pinzón, los investigadores se dieron cuenta que en la época de
reproducción el macho aumenta su producción de testosterona y también se
incrementan las neuronas y sus conexiones; no obstante, al término de la época
reproductiva esas neuronas desaparecen”, indicó Paredes.
(Con información y foto de
la AMC)
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