A lo largo del año fueron
múltiples las exposiciones temporales que dieron cuenta del compromiso del
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con la difusión del
patrimonio histórico de México al interior y allende las fronteras del país,
así como de su vocación para dar a conocer en su red de museos manifestaciones
artístico-culturales de otras naciones o regiones del mundo.
Una exitosa muestra que
llegó a México, a través del INAH, fue Frobenius, el mundo del arte rupestre,
en el Museo Nacional de Antropología (MNA), desarrollada en el cierre del Año
Dual México-Alemania y cuyas más icónicas piezas fueron 70 imágenes —entre
fotografías y pinturas en acuarela— hechas por el antropólogo Leo Frobenius
(1873-1938) y su equipo de colaboradores para documentar y reproducir las más
antiguas manifestaciones rupestres que el ser humano plasmó en África, Europa,
Asia y Oceanía.
Pertenecientes al Instituto
Frobenius para la Investigación Antropológica, de Frankfurt, Alemania, esos
‘negativos’ de arte rupestre —muchos reproducidos en los colosales tamaños de
sus originales en cavernas y paredes de roca—, fueron apreciados por más de 175
mil visitantes durante su estancia en el recinto de Reforma y Gandhi.
En paralelo, el MNA también
recibió la instalación Mayas, el lenguaje de la belleza. Miradas cruzadas, que
tras un exitoso periplo por China, Alemania e Italia, volvió al país para
ilustrar el concepto que los antiguos mayas tenían sobre ‘lo bello’ en relación
con su estructura social y cosmovisión, así como las formas en que plasmaron
tal virtud en esculturas, utensilios, arquitectura e incluso en sus cuerpos.
Para su regreso a México,
esta exposición de 333 piezas arqueológicas, suma una treintena de objetos que
dan cuenta de las primeras impresiones de los exploradores y evangélicos
europeos acerca de los habitantes del Mayab, ello en conmemoración de los 500
años del desembarco de la prim
era expedición española en el área. La muestra,
cuyo cierre estaba programado para finales de este diciembre, se extenderá
hasta enero de 2018.
Otras exposiciones se
hermanaron con la renovación de sus sedes. Fue el caso de Revolución y
estabilidad, ideada para conmemorar 30 años del Museo del Templo Mayor y 40
años del proyecto arqueológico homónimo, en el Centro Histórico de la Ciudad de
México. Fue inaugurada junto al nuevo vestíbulo de la zona arqueológica, por
medio del cual ya pueden apreciarse los vestigios de templos como el
Cuauhxicalco y de elementos como el xocotl o árbol sagrado de los mexicas.
En este recinto también se
presentó la muestra Nuestra sangre, nuestro color: La escultura polícroma de
Tenochtitlan, que abordó a través de 28 obras maestras de la escultura
polícroma mexica, los simbolismos y el colorido panorama que distinguía a esta
antigua ciudad.
Durante 2017,
conmemoraciones como el centenario de la Promulgación de la Constitución de
1917 tuvieron eco en actividades del INAH, con la exposición Los 100 días que
hicieron al México moderno. El debate por la Constitución 1916-1917, que llevó
al Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, los antecedentes y el
proceso deliberativo detrás de la Carta Magna. La muestra recibió a más de 300
mil visitantes.
El Museo Casa de Carranza
también se sumó a la conmemoración con la exhibición de la muestra Cien años de
los debates del Constituyente de 1916-1917, con la presentación de objetos
relacionados con el Congreso Constituyente: el tintero que figuró en la mesa de
la presidencia, la urna para recibir los votos de los diputados, la campanilla
utilizada para llamar al orden, dos facsimilares: uno de la Carta Magna y otro
de un cromo que contiene las fotografías de la mayor parte de los diputados, y
la mesa de juntas que la Asociación de Diputados Constituyentes de 1916-1917
empleó para sus reuniones en su sede, el hoy Museo Casa de Carranza.
También de tema histórico
pero innovando al ofrecer una visión lúdica y accesible para públicos
infantiles y juveniles, sin por ello menguar en rigor académico, fue la
exposición Playmo historia, que usó figurillas playmobil para recrear en la
Galería de Historia, Museo del Caracol, en Chapultepec, seis destacadas escenas
de la historia mexicana y universal, entre ellas el antiguo Egipto, la Plaza
Mayor de México durante la época virreinal o el Puente de Metlac, símbolo industrial
del régimen porfirista.
El Museo Nacional de las
Culturas (MNC) organizó durante 2017 diversas exposiciones, entre ellas la
titulada Diáspora africana en América del Sur. Brasil en la lente de Januário
Garcia, instalación fotográfica que se conjuntó con la muestra Lo de candela:
afrodescendientes en la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca; ambas tuvieron como
cometido destacar el legado histórico y social de las etnias afroamericanas.
El MNC recibió igualmente la
exposición Qhapac Ñan. Un recorrido por los Andes. El Perú prehispánico,
integrada por 155 piezas históricas que narraron la evolución del Qhapac Ñan o
Camino Inca, desde el arribo de sus primeros pobladores durante el periodo
Lítico (20000-10000 a. C.) hasta la época de contacto entre la civilización
inca y los conquistadores europeos del siglo XVI.
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