lunes, 1 de enero de 2018

En 2017: difusión del patrimonio histórico de México


A lo largo del año fueron múltiples las exposiciones temporales que dieron cuenta del compromiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con la difusión del patrimonio histórico de México al interior y allende las fronteras del país, así como de su vocación para dar a conocer en su red de museos manifestaciones artístico-culturales de otras naciones o regiones del mundo.
Una exitosa muestra que llegó a México, a través del INAH, fue Frobenius, el mundo del arte rupestre, en el Museo Nacional de Antropología (MNA), desarrollada en el cierre del Año Dual México-Alemania y cuyas más icónicas piezas fueron 70 imágenes —entre fotografías y pinturas en acuarela— hechas por el antropólogo Leo Frobenius (1873-1938) y su equipo de colaboradores para documentar y reproducir las más antiguas manifestaciones rupestres que el ser humano plasmó en África, Europa, Asia y Oceanía.
Pertenecientes al Instituto Frobenius para la Investigación Antropológica, de Frankfurt, Alemania, esos ‘negativos’ de arte rupestre —muchos reproducidos en los colosales tamaños de sus originales en cavernas y paredes de roca—, fueron apreciados por más de 175 mil visitantes durante su estancia en el recinto de Reforma y Gandhi.
En paralelo, el MNA también recibió la instalación Mayas, el lenguaje de la belleza. Miradas cruzadas, que tras un exitoso periplo por China, Alemania e Italia, volvió al país para ilustrar el concepto que los antiguos mayas tenían sobre ‘lo bello’ en relación con su estructura social y cosmovisión, así como las formas en que plasmaron tal virtud en esculturas, utensilios, arquitectura e incluso en sus cuerpos.
Para su regreso a México, esta exposición de 333 piezas arqueológicas, suma una treintena de objetos que dan cuenta de las primeras impresiones de los exploradores y evangélicos europeos acerca de los habitantes del Mayab, ello en conmemoración de los 500 años del desembarco de la prim
era expedición española en el área. La muestra, cuyo cierre estaba programado para finales de este diciembre, se extenderá hasta enero de 2018.
Otras exposiciones se hermanaron con la renovación de sus sedes. Fue el caso de Revolución y estabilidad, ideada para conmemorar 30 años del Museo del Templo Mayor y 40 años del proyecto arqueológico homónimo, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Fue inaugurada junto al nuevo vestíbulo de la zona arqueológica, por medio del cual ya pueden apreciarse los vestigios de templos como el Cuauhxicalco y de elementos como el xocotl o árbol sagrado de los mexicas.
En este recinto también se presentó la muestra Nuestra sangre, nuestro color: La escultura polícroma de Tenochtitlan, que abordó a través de 28 obras maestras de la escultura polícroma mexica, los simbolismos y el colorido panorama que distinguía a esta antigua ciudad.
Durante 2017, conmemoraciones como el centenario de la Promulgación de la Constitución de 1917 tuvieron eco en actividades del INAH, con la exposición Los 100 días que hicieron al México moderno. El debate por la Constitución 1916-1917, que llevó al Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, los antecedentes y el proceso deliberativo detrás de la Carta Magna. La muestra recibió a más de 300 mil visitantes.
El Museo Casa de Carranza también se sumó a la conmemoración con la exhibición de la muestra Cien años de los debates del Constituyente de 1916-1917, con la presentación de objetos relacionados con el Congreso Constituyente: el tintero que figuró en la mesa de la presidencia, la urna para recibir los votos de los diputados, la campanilla utilizada para llamar al orden, dos facsimilares: uno de la Carta Magna y otro de un cromo que contiene las fotografías de la mayor parte de los diputados, y la mesa de juntas que la Asociación de Diputados Constituyentes de 1916-1917 empleó para sus reuniones en su sede, el hoy Museo Casa de Carranza.


También de tema histórico pero innovando al ofrecer una visión lúdica y accesible para públicos infantiles y juveniles, sin por ello menguar en rigor académico, fue la exposición Playmo historia, que usó figurillas playmobil para recrear en la Galería de Historia, Museo del Caracol, en Chapultepec, seis destacadas escenas de la historia mexicana y universal, entre ellas el antiguo Egipto, la Plaza Mayor de México durante la época virreinal o el Puente de Metlac, símbolo industrial del régimen porfirista.
El Museo Nacional de las Culturas (MNC) organizó durante 2017 diversas exposiciones, entre ellas la titulada Diáspora africana en América del Sur. Brasil en la lente de Januário Garcia, instalación fotográfica que se conjuntó con la muestra Lo de candela: afrodescendientes en la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca; ambas tuvieron como cometido destacar el legado histórico y social de las etnias afroamericanas.

El MNC recibió igualmente la exposición Qhapac Ñan. Un recorrido por los Andes. El Perú prehispánico, integrada por 155 piezas históricas que narraron la evolución del Qhapac Ñan o Camino Inca, desde el arribo de sus primeros pobladores durante el periodo Lítico (20000-10000 a. C.) hasta la época de contacto entre la civilización inca y los conquistadores europeos del siglo XVI.

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