Entre las manifestaciones de
religiosidad popular en el culto católico sobresale el Altar de Dolores,
tradición extendida en México desde el siglo XVII que evoca los sufrimientos
que padeció la Virgen María por la muerte de su hijo.
La costumbre de colocar el
altar ocho días antes del Viernes Santo, que recuerda la Crucifixión, se
realiza en algunos museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia
(INAH), con el propósito de preservar esta tradición que forma parte del
patrimonio cultural inmaterial del país.
En el Museo de El Carmen, la
figura principal del altar es la Dolorosa con sus atributos, entre los que se
encuentran un corazón con siete puñales y los signos de la Pasión: la corona de
espinas, los clavos, el martillo, la escalera, la bolsa con 30 monedas y los
dados con los que algunos soldados se jugaron la túnica de Cristo.
Completan el altar diversos
germinados –chía, alpiste, trigo, cebada o amaranto– que representan la
Eucaristía; naranjas agrias adornadas con banderitas doradas que aluden al
dolor de la Virgen y aguas teñidas de colores que recuerdan las lágrimas
derramadas por ella.
Para el antiguo barrio de
San Ángel donde se localiza el museo, el Altar de Dolores es parte esencial de
su historia y, por este motivo, el recinto rememora cada año este
acontecimiento. El público podrá apreciarlo en el Refectorio. Permanecerá
abierto hasta el domingo 3 de abril.
El museo se localiza en
avenida Revolución 4 y 6, colonia San Ángel. El horario de visita es de martes
a domingo de 10:00 a 17:00 horas. El costo es de 55 pesos; el domingo la
entrada es gratuita.
Otro de los recintos que
preserva la tradición es el Museo Nacional de las Intervenciones, cuyo altar se
compone de figuras de barro huecas que representan borregos y venados con la
cabeza vidriada en color verde. En la parte exterior se pegan semillas de chía
que se ponen a germinar varios días antes de montar el altar, y trigo.
La chía y el trigo
representan la Resurrección y se relacionan con el ritual agrícola, toda vez
que la semilla para dar fruto necesita morir y ser enterrada. Las mesas en
donde se coloca el altar se forran con papel de china o manteles morados o
negros, colores emblemáticos para guardar luto. Se acompaña de imágenes de la
Pasión de Cristo (los clavos, la corona de espinas, el talego con dinero, la
lanza, el gallo, la columna donde es flagelado Jesús, los dados, etc.),
representadas por dibujos rellenos de semillas y pétalos de flores.
En jícaras o fruteros se
colocan naranjas en las que se ensartan banderitas de papel picado dorado o
plateado con palitos que representan al pueblo y a los soldados, mientras que
las naranjas simbolizan el pecado porque son frutos dulces y amargos al
paladar. Se colocan también vitroleros con agua de sabor, particularmente de
limón con chía, que representan las lágrimas de María en el momento de la
Crucifixión de Jesús.
El Altar de Dolores
permanecerá expuesto al público hasta el 10 de abril y podrá visitarse de
martes a domingo de 9:00 a 18:00 horas. El recinto se ubica en calle 20 de
Agosto s/n, colonia San Diego Churubusco. La entrada es gratuita.
En el Ex Convento de San
Andrés Apóstol, en el municipio de Epazoyucan, estado de Hidalgo, la comunidad
participa de manera entusiasta en el montaje del Altar de Dolores, mediante el
préstamo de objetos que utilizan en su vida cotidiana y con algunos de los
insumos necesarios. Este año elaboraron un monograma de la Virgen María,
representado en un tapete de semillas.
Organizado por el Centro
INAH Hidalgo, paralelo al altar se propuso la realización de un taller para la
creación de tapetes de semillas, dirigido a niños de nivel primaria, con el
cual se pretende inculcarles un sentido de pertenencia y de identidad cultural
para el fortalecimiento de su comunidad.
El Altar de Dolores estará
abierto al público del 18 de marzo al 8 de abril, de martes a domingo de 9:00 a
17:00 horas. La entrada es gratuita. El recinto se localiza en Benito Juárez
s/n, Epazoyucan.
También en Hidalgo se
presenta un Altar de Dolores en el Ex Convento de San Nicolás de Tolentino,
municipio de Actopan. La muestra la integran elementos característicos de la
localidad: semillas de trigo, alpiste, cebada, amaranto, instrumentos de
trabajo, vasijas, botellones, jarrones, platos y jarros, hechos de barro, así
como esferas de vidrio soplado, plantas aromáticas y cactus de la región que
sirven como base para las velas.
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