La tenacidad y valentía en
el combate de los guerreros tlatelolcas, representados por el océlotl (jaguar),
fueron fundamentales para la expansión territorial del Imperio mexica. Por
ello, el poder y la fuerza de este felino fueron el símbolo de Tlatelolco,
ciudad que contribuyó a crear la grandeza de una de las culturas más
trascendentes de Mesoamérica.
Precisamente el jaguar es el
animal al que está dedicado el taller de verano infantil 2015: “Océlotl en
Tlatelolco”, preparado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia
(INAH), del 13 de julio al 7 de agosto.
El taller iniciará con la
decoración de una playera, posteriormente se les enseñarán técnicas para
reciclar materiales y se fomentará el desarrollo de habilidades manuales con el
modelado de barro, a fin de que fabriquen piezas representativas de dicho
animal, explicó Edwina Villegas, directora de la Zona Arqueológica de
Tlatelolco, donde tendrán lugar las actividades.
“Conocerán la importancia
del océlotl en Tlatelolco; diseñarán un yelmo (casco) de guerrero jaguar, así
como un títere con la figura del mamífero”, expuso.
El curso incorporará
dinámicas grupales, juegos de conocimientos, pláticas y prácticas con
arqueólogos y restauradores, quienes guiarán a los infantes para hacer
“excavaciones” y para restaurar las piezas que encuentren.
De esta manera, el Instituto
pretende generar en niñas y niños el interés en proteger, investigar, conservar
y difundir el patrimonio cultural, e involucrarlos en el conocimiento del papel
del jaguar en la historia del México prehispánico, su vínculo con los espacios
de Tlatelolco y las representaciones que de él se hicieron en la zona.
“Se les explicará el proceso
que prosigue a una excavación, donde intervienen varios especialistas, como los
arqueólogos, quienes ayudarán a los niños a restaurar lo hallado, a continuar
su trabajo con el montaje de una pequeña muestra de su labor y a difundir este
trabajo, para que sus papás vean los resultados finales del curso”, comentó la
arqueóloga Villegas.
También se elaborará un
títere con la forma del océlotl; asimismo, se realizarán visitas guiadas en la
zona arqueológica y los museos del Tecpan y Caja de Agua, así como del Centro
de Interpretación México-Tlatelolco, para apreciar las piezas que cuentan con
diseños alusivos al felino.
Tlatelolco: Sobre el agua
del jaguar
En un texto de la Ordenanza
del Señor Cuauhtémoc, se describe que el nombre relativo a Tlatelolco es
Oceloapan, “Sobre el agua del jaguar”. El escrito señala que era una zona de
playa, por ser un gran islote; había secciones de arena que a la luz del sol
provocaba la ilusión óptica de que el agua brillaba, contrastando con otras
zonas más oscuras, que daban la impresión de una ribera moteada.
Los combatientes
caracterizados como jaguar prevalecían en la antigua Oceloapan, ciudad gemela
de Tenochtitlan donde imperaban los guerreros águila. Así, mientras los
tenochcas se fortalecían con el control político, los tlatelolcas ejercían el
dominio comercial con el gran tianguis de ese lugar.
“Para ser parte de la nobleza
militar, los niños recibían educación especializada en las artes de la guerra”.
En este sentido, el Imperio mexica se expandió debido al apoyo fiero y tenaz de
los guerreros océlotl”, precisó Edwina Villegas.
Este felino era uno de los
animales más imponentes, feroces y altivos de la naturaleza, al que se asociaba
con diferentes deidades y resaltaban sus cualidades, calificándolas de divinas.
En el caso del dios Tezcatlipoca en Oceloapan, vinculado con la guerra, su
nahual (figura animal en que se podía transformar) era el océlotl.
“En Tlatelolco, las imágenes del océlotl están
en todas partes. Pese a que no se hallaron restos de jaguar en las ofrendas
localizadas en el sitio arqueológico, hay muchas representaciones en vasijas,
soportes de molcajetes que tienen forma de sus garras, una pequeña caja con
diseño del felino (pieza exhibida en el Museo de Sitio Tlatelolco), el
fragmento de una diminuta cabeza de guerrero con yelmo en forma de ese
mamífero, entre otras”, comentó la investigadora.
La presencia del océlotl
está plasmada tanto en artefactos de uso cotidiano como en expresiones
artísticas, tal es el caso de la pintura mural de un jaguar en contexto
lacustre, donde el felino remoja sus garras en el espejo de agua.
El taller está ligado a la
exposición Océlotl, nahual de Tlatelolco, que se exhibe en la Zona Arqueológica
y en el Museo Centro de Interpretación México-Tlatelolco, así como en la página
web (www.tlatelolco.inah.gob.mx).
Los participantes al curso
de verano serán divididos en dos grupos de acuerdo con sus edades: los infantes
de 5 a 7 años participarán del 13 al 24 de julio, y los de 8 a 11, del 27 de
julio al 7 de agosto.
Informes e inscripciones a
los teléfonos 55 83 02 95 y 57 82 22 40, extensión 413603, de lunes a viernes
de 09:00 a 13:30 horas.
(Información y fotografías INAH/Melitón
Tapia)
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