domingo, 26 de julio de 2015

Respiratorias, la mayoría de enfermedades del trabajo


Casi una quinta parte de las enfermedades del trabajo que se diagnostican en México son problemas respiratorios que, de no ser atendidos oportunamente, pueden llevar a la muerte, advirtió Rodolfo Nava Hernández, académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
De acuerdo con cifras reportadas por el IMSS en el 2013, precisó, los padecimientos respiratorios ocasionados por ambientes de trabajo representan 18.43 por ciento del total de las afecciones laborales; por ello, es importante conocer los riesgos que implica la actividad a desarrollar, pues al presentarse problemas de salud muchas veces se ignora que éstos son derivados de la tarea realizada a lo largo de los años.
Existe una serie de problemas del aparato respiratorio que se atribuyen a la inhalación de polvos orgánicos e inorgánicos. Los primeros son partículas, generalmente provenientes de animales y plantas, suspendidas en el aire; mientras los segundos son inorgánicos, como la sílice, el talco o el asbesto, que al ser inhalados se retienen en los pulmones y generan una reacción.
Una enfermedad común es la neumoconiosis, que es la acumulación de polvos (de menos de cinco micras) en el pulmón. Se depositan en el alvéolo y entonces el propio órgano tiene una reacción que genera fibrosis, lo que ocasionará dificultad de intercambio gaseoso, es decir, entre el oxígeno y el dióxido de carbono, explicó el especialista en salud en el trabajo.
La mayoría de los problemas ocasionados por los polvos inorgánicos son progresivos e irreversibles (no hay cura) e incluso pueden derivar en la muerte de la persona aunque ya no esté expuesta a los elementos.
Los casos más comunes se presentan en las industrias vidriera y metalúrgica, la minería, la construcción, en fábricas de cemento, en la manufactura de cerámica, en canteras y en la extracción del mármol, refirió.
Entre los que generan mayor gravedad se encuentran la sílice (dióxido de silicio), que produce silicosis, y las fibras de asbesto, que ocasionan cáncer de pulmón, aunque éste también puede ser causado por radón, arsénico, níquel, cromo, berilio, los gases de diésel, el éter clorometílico y el humo de cigarro.
De igual manera se han reportado casos de cáncer gástrico en quienes laboran en empresas donde se fabrican productos a partir del asbesto, como los frenos de los automóviles, o en minas, apuntó.
En el caso de los orgánicos, se originan en animales y plantas y producen neumonitis por hipersensibilidad, alveolitis alérgica extrínseca o asma bronquial, que en medicina del trabajo se le denomina asma laboral, señaló.
En este grupo de enfermedades los trabajadores inhalan polvos provenientes de granos, de harina de trigo, de algodón, lino, cáñamo, esporas de hongos, excremento de aves, bagazo de caña, aires acondicionados o humidificadores con poco o nulo mantenimiento, así como ciertos gases y vapores.

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