Francisco Javier Chavarría
Morales, Leonardo David Casanova Ochoa y Miguel Ángel Delgado Pimentel, alumnos
de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM, diseñaron el Módulo Evolutivo
Integral, proyecto de vivienda social enfocado a mejorar la convivencia y
propiciar la vida comunitaria.
Este desarrollo obtuvo el
segundo lugar del Premio Nacional del Acero para Estudiantes de Arquitectura,
organizado por la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero
(Canacero).
El modelo se arma sin
preparación especializada. Consta de nodos interconectables en distintos
sentidos para formar las habitaciones en función de las necesidades de una
persona, pareja o familia entera.
Delgado Pimentel explicó que
su estructura es de acero, material dúctil que ofrece tiempos de ejecución y
armado más rápidos para contar con soluciones tanto individuales como
familiares.
“Puede fijarse en el piso o
arriba, con placas soldadas y perforadas para colocar las piezas y armar cubos
que funcionan como habitación. En los extremos pueden unirse más para formar
otras combinaciones hasta erigir un departamento de 36, 54 o 72 metros
cuadrados. Su ventaja, aparte de concentrar las instalaciones en un núcleo y
rigidizarlo, es que al extenderse pueden girar y ampliarse”, dijo.
En tanto, Chavarría Morales
destacó que las piezas para articular hasta cuatro casas pueden transportarse
en un camión y, con el terreno adecuado, cualquiera puede armar un hogar
adaptable al entorno.
Asimismo, Casanova Ochoa
comentó que “el módulo podría utilizarse tanto en el Valle de México como en
otras zonas del país. Fue desarrollado en Tláhuac, zona periférica al DF, con
tejido urbano disperso, servicios aislados y comunidades sin sentido de
identidad y pertenencia. El contexto ofrece condiciones que exploramos con una
propuesta de vivienda integrable. La idea es ayudar a solucionar este problema
y fomentar la convivencia entre vecinos para generar comunidad”.
Vivienda social
En el libro Nueva
arquitectura mexicana. Tendencias entre siglos, Gustavo López Padilla,
académico de la FA, apuntó que en el siglo XX, las instituciones
gubernamentales se ocuparon de regular la ubicación, número, diseño y ejecución
de muchos proyectos de interés social.
Entre los más importantes en
el DF destaca el Conjunto Miguel Alemán, diseñado por Mario Pani (1947); la
Unidad Independencia, de Alejandro Prieto y José María Gutiérrez Trujillo
(1961), o las Torres de Mixcoac, de Teodoro González de León y Abraham
Zabludovsky (1967).
En décadas recientes se han
construido millones de viviendas sin planear adecuadamente, relacionar tejidos
urbanos preexistentes ni lograr una calidad habitacional razonable, advirtió
López Padilla en su texto.
Al respecto, Delgado
Pimentel enfatizó que al diseñar el módulo consideraron el éxito de los
conjuntos arquitectónicos de hace medio siglo. “Recibimos asesoría de un
psicólogo y un sociólogo para presentar una propuesta multidisciplinaria bien
sustentada”.
Chavarría Morales expuso
que, además de ofrecer la solución en acero, en un futuro podría diseñar el
módulo con insumos locales para adaptarse a las condiciones climáticas de
distintas regiones. Además de viviendas, serviría para locales comerciales,
oficinas, clínicas, escuelas rurales o instalaciones para personal de
emergencia.
Para Casanova Ochoa, la
propuesta ofrece una solución a un problema real, en beneficio de las
comunidades y el tejido social.
Los jóvenes presentarán
la propuesta como proyecto de tesis conjunta para obtener el título de
licenciatura.(Información e imagen DGCS-UNAM)
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